Consumo

El yogur, víctima de un trato fiscal desigual

Si hubiera una reducción del IVA al 4% de estos lácteos esenciales, las familias españolas podrían ahorrarse 80 millones de euros

Probioticos depresión yogur
El chucrut, el yogur natural o la kombucha son probióticosFreepik

Aunque los últimos datos del IPC de junio indican que la inflación ha comenzado a moderarse, lo cierto es que muchos hogares llevan más de un año viendo cómo los productos más populares de la cesta de la compra han aumentado de manera progresiva sus precios. De ahí la importancia de extender una de las medidas anticrisis del Gobierno, la rebaja del IVA a algunos alimentos, hasta finales de año. Pero no a los yogures y leches fermentadas, que, cada día, las familias españolas consumen alrededor de 22 millones de unidades.

Desde la Asociación Española de Fabricantes del Yogur y Postres Lácteos Frescos (AEFY) estamos incidiendo en la necesidad de implantar una reducción estructural del IVA, del 10% al 4%, si bien, de momento, no hay ningún avance. De ahí que reclamemos a todos los partidos políticos que formarán parte del futuro Parlamento y del Gobierno tras las elecciones generales del 23 de julio que tengan en cuenta nuestros planteamientos.

En los últimos años, el yogur y las leches fermentadas han sufrido un trato desigual en cuanto a la fiscalidad, a pesar de su valor nutricional es comparable, e incluso superior, a otras categorías de alimentos que gozan de un IVA exento o superreducido. Resulta inexplicable cómo se puede pasar por alto esta disparidad y negar a las familias españolas la oportunidad de ahorrar 80 millones de euros si hubiera una reducción del IVA al 4%.

Países europeos

Quizá la solución la tengamos en otros países europeos. Así, en Francia el tipo impositivo de los yogures y leches fermentadas es del 5,5%, ligeramente inferior que la de Bélgica, que se sitúa en el 6%, y la de Alemania, que aplica un IVA del 7% a estos alimentos lácteos. Y, si nos centramos Portugal, constatamos cómo su medida fiscal es la más decidida, ya que no solo han decidido aplicar el 6% al IVA del yogur, sino que, además, han implantado una rebaja temporal al 0%, que se extenderá hasta octubre de este año 2023. Así pues, tal vez sea el momento de romper con esta brecha impositiva y desarrollar una política fiscal más adelantada y centrada en promover el consumo de alimentos saludables, como el yogur y las leches fermentadas.

Porque para las familias que se encuentren en situación de vulnerabilidad, poder seguir una alimentación saludable y equilibrada se puede convertir en un gran desafío. Y es muy preocupante si el crecimiento y el desarrollo de los niños y niñas está en juego.

Por ello, es hora de que todas las partes involucradas, incluido el futuro Gobierno y las Administraciones Públicas, se unan en un esfuerzo conjunto para garantizar que todas las familias, independientemente de su situación económica, puedan acceder a alimentos saludables. La medida estructural de reducción del IVA a alimentos nutricionalmente densos, como el yogur y las leches fermentadas, ayudaría a mejorar la calidad de la dieta dentro de un patrón de alimentación equilibrado y saludable. Muy pocos alimentos son fuentes de macro y micronutrientes esenciales (lactosa, proteínas, minerales y vitaminas) y cubren más del 15% de la cantidad diaria recomendada de calcio y fósforo, así como más del 10% de las de vitaminas B2 y B12. Sin duda, unas grandes aportaciones nutricionales que no tributan al 4%.

Antoni Bandrés, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Yogures y Postres Lácteos Frescos