Entorno laboral

¿Por qué tu jefe te parece un incompetente? Puede que tengas razón: es el efecto Dunning-Kruger

El Efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo que se presenta cuando las personas incompetentes son incapaces de reconocer su propia incompetencia. Y lo mejor y lo peor es que le puede pasar a cualquiera.

¿Por qué tu jefe te parece un incompetente? Puede que tengas razón: es el efecto Dunning-Kruger
¿Por qué tu jefe te parece un incompetente? Puede que tengas razón: es el efecto Dunning-KrugerThe Office

Es un comentario recurrente. “No sé cómo puede ocupar el puesto que ocupa con lo mal que hace su trabajo”, o “con lo poco que conoce el sector”. “Hay personas mucho mejor cualificadas por debajo de él”.

Todos estos comentarios puede que vengan porque esa persona quizá ha ascendido con algo de suerte, pero puede que también venga por algo en lo que podemos caer todos. Hablamos del Efecto Dunning-Kruger.

El efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo que se presenta cuando las personas incompetentes son incapaces de reconocer su propia incompetencia. De hecho, no solo no la reconocen, sino que también tienden a sentirse seguras de que son competentes.

Este fenómeno, nombrado en honor a los psicólogos David Dunning y Justin Kruger, ha sido objeto de numerosos estudios y se ha observado en diversos ámbitos de la vida, incluido el entorno laboral.

¿Cómo funciona el efecto Dunning-Kruger?

El Efecto Dunning-Kruger se basa en la premisa de que las personas que carecen de habilidades en una determinada área no tienen las herramientas cognitivas necesarias para reconocer su propia falta de habilidad.

Esto se debe a que las habilidades y conocimientos necesarios para ser buenos en una tarea son los mismos que se necesitan para reconocer que no se es bueno en esa tarea. Por lo tanto, si una persona carece de esas habilidades, no solo será deficiente en la tarea, sino que también será ignorante de su propia incapacidad.

Investigaciones realizadas por Dunning y Kruger en los primeros 2 000 han demostrado que las personas con baja competencia tienden a sobreestimar sus habilidades en una tarea específica.

Por ejemplo, en un estudio sobre el uso del humor, la gramática y la lógica, los participantes que obtuvieron resultados bajos en las pruebas tendieron a sobreestimar enormemente sus habilidades.

Aquellos que obtuvieron resultados en el percentil 10, es decir, que obtuvieron puntuaciones más altas que solo el 10% de los demás participantes, consideraron que sus habilidades estaban en el percentil 67. Es decir, su habilidad real en la materia era muy baja, pero creían estar en el tercio superior de las personas.

La percepción errónea de la competencia

Este fenómeno se debe, en parte, a la ilusión de superioridad, que es la creencia de que uno es mejor que el promedio. Por ejemplo, un estudio sobre la calificación de la competencia en la conducción reveló que el 93% de los participantes de Estados Unidos y el 69% de los participantes de Suecia creían ser conductores más habilidosos que el conductor promedio. Esto es imposible, ya que la mitad de los participantes están por debajo del promedio y la otra mitad está por encima.

En cuanto a las personas que se califican a sí mismas por debajo de su desempeño real, es porque piensan que la tarea también es fácil para otras personas. Esta creencia puede llevarlos a subestimar sus propios logros.

La otra cara: cuando se vuelve inverso

Otro ejemplo: un estudio encontró que las mujeres tenían un desempeño igual al de los hombres en una prueba de ciencias, pero subestimaban su rendimiento debido a la creencia de que tenían menos capacidad de razonamiento científico que los hombres. Además, estas mujeres eran más propensas a negarse a participar en una competencia científica debido a esta creencia.

Asimismo, se ha demostrado que las personas incompetentes no solo sobreestiman sus habilidades, sino que también subestiman la competencia y experiencia de los demás. Esto puede llevar a una falta de reconocimiento de la experiencia y conocimientos valiosos de otras personas. Por lo tanto, es común encontrar una gran cantidad de opiniones desinformadas en discusiones y debates.

La realidad es que todos estamos expuestos a este fenómeno, y la mayoría de nosotros probablemente lo experimentamos con más frecuencia de lo que pensamos. Así que la próxima vez que juzgues la incompetencia de alguien, te en cuenta que seguramente a todos puede pasarnos.