Coronavirus

Cruzada de Torra contra los hospitales militares

A pesar de las peticiones de los ayuntamientos, el Govern aún no ha abierto las instalaciones montadas por el Ejército y la Guardia Civil. Se escuda en «problemas técnicos»

Cataluña fue de las últimas comunidades en las que se desplegaron las Fuerzas Armadas en el marco de la «Operación Balmis» contra el coronavirus. A pesar de ser una de las regiones con más casos detectados, la Generalitat consideraba que no era necesaria la presencia ni de la UME ni del Ejército. Sin embargo, la realidad les superó y poco a poco comenzaron a llegar al Gobierno las peticiones de socorro, tanto para desinfectar infraestructuras críticas y residencias de ancianos como para ayudar a levantar albergues para personas sin hogar o varios hospitales de campaña, algunos de los cuales, ahora, la Generalitat parece no tener intención de usar.

Los recelos iniciales dieron paso a situaciones cuanto menos chocantes, como en la localidad de Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), donde los vecinos aplaudían desde el balcón a los efectivos del Regimiento «Barcelona 63», que acudieron a desinfectar un centro de salud y las calles.

Parecía que las tensiones previas comenzaban a relajarse cuando el 22 de marzo los efectivos de la UME y la Agrupación de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra comenzaron a colaborar con otras instituciones en la instalación de dos Centros Provisionales de Acogida (CPA) para personas sin hogar en la Fira de Montjuic de Barcelona. La imagen de varias carpas militares en la plaza de las cascadas chocaba, pero la polémica, en esta ocasión, pasó de largo. Los uniformados instalaron, entre otros, 210 literas, otras 15 para aislados, aseos y duchas y 40 conjuntos de mesas y bancos. Además, aportaron material para las cocinas, como cámaras frigoríficas y grupos electrógenos. A día de hoy, una veintena de militares colaboran en dar de comer a entre 600 y 800 personas.

Poco después continuaron dando apoyo a Barcelona, en esta ocasión a la Fira Barcelona Gran Vía de Hospitalet de Llobregat, donde el Ayuntamiento comenzó a levantar un hospital de campaña para más de 300 personas. Además de colaborar en el montaje, la Brigada Logística del Ejército de Tierra trasladó contenedores de duchas y aseos, los cuales continúan allí, aunque sin presencia de militares. Aún no se ha abierto, pero ya está listo y lo gestionará Bellvitge.

Militares descargan contenedores para el hospital de la Fira Gran Vía
Militares descargan contenedores para el hospital de la Fira Gran VíaLa RazónE.T.

Sobre las residencias, además, el Govern de Torra se vio obligado a rectificar sobre la marcha después de que se dispararan los casos de coronavirus en los geriátricos, una crisis que ha llevado a sumar más de 1.100 fallecidos en apenas tres semanas. Para tratar de atajar la situación, la Generalitat admitió la ayuda de la UME tras haber limitado sus intervenciones y redobló sus peticiones en cuestión de horas, lo que llevó al Ejército a desinfectar decenas de geriátricos y al Ejecutivo a «agradecer» su tarea.

Pero la polémica regresó el 31 de marzo, cuando 40 efectivos del Mando de Ingenieros de Salamanca del Ejército de Tierra se desplegaron en Sabadell (Barcelona) para ayudar a montar un hospital de campaña en una pista de atletismo cubierta para descongestionar el Hospital Parc Taulí. La idea inicial era levantar tiendas de campaña para unas 340 personas, contenedores de aseos y la instalación eléctrica. Pero el primer día comenzaron los problemas («técnicos», eso sí). Según la Generalitat, no era práctico montar tiendas en un recinto cerrado, por lo que desmontaron las que estaban listas y cambiaron los planes para colocar paneles. Algo, esto último, que confirmó el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, general Villarroya.

Los militares estuvieron allí hasta el miércoles, colaborando con los bomberos y una empresa privada en el montaje. Una vez concluido, se marcharon, aunque han dejado también varios contenedores de aseos y duchas.

De hecho, el hospital de campaña definitivo se terminó ayer y se pondrá en marcha «cuando se necesite y se requiera», aseguran desde el Ejecutivo catalán, aunque todo parece indicar que será de forma inminente. La instalación, con 210 camas, es estratégica ya que debe servir de ayuda para el Parc Taulí, que atiende a 400.000 personas del área metropolitana.

La última polémica con este tipo de instalaciones no tiene como protagonista al Ejército, sino a la Guardia Civil. Se trata del hospital de campaña que los miembros del Instituto Armado ayudaron a montar en un polideportivo de la localidad barcelonesa de Sant Andreu de la Barca, apoyando a Médicos sin Fronteras. De nuevo, los criterios técnicos son la excusa del Govern para no comenzar a usar este recinto con 150 camas donadas por la Guardia Civil. Además, apuntan que no está asociado a ningún hospital que lo gestione.

Empleadas municipales de Sant Andreu de la Barca limpian el hospital de campaña de la Guardia Civil y el Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca (Barcelona)
Empleadas municipales de Sant Andreu de la Barca limpian el hospital de campaña de la Guardia Civil y el Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca (Barcelona)Quique GarcíaAgencia EFE

También acordó con el Hotel Bristol de la ciudad que las 57 camas de este establecimiento pudieran acoger a enfermos en caso de necesidad. Ambas instalaciones ya están preparadas, aunque desde el Consistorio denuncian la «tremenda irresponsabilidad» del Govern por no usarlas.

Por su parte, la consejera de Salud, Alba Vergés, restó importancia a las críticas, aunque reclamó este martes construir «juntos» los nuevos espacios para atender a pacientes de coronavirus y no «al revés» como se ha hecho en este caso, según ella. En este sentido, la Generalitat considera que el equipamiento de Sant Andreu «no cumple con las necesidades del sistema sanitario», motivo por el cual lleva dos semanas vacío. Sin embargo, desde el Consistorio aseguran no haber recibido instrucciones ni peticiones concretas de cambios para poder poner en marcha ambas instalaciones. «Están en perfecto estado, lo hemos ofrecido a la Generalitat y queremos que los infectados vayan allí en lugar de estar en sus casas». «Estamos trabajando para que puedan estar a la disposición de los ciudadanos», confirmó el alcalde socialista del municipio, Enric Llorca.

En Sant Andreu de la Barca, aparte, se da la circunstancia de que no hay ningún hospital –sí dispone de ambulatorio y de un centro de urgencias para atención primaria-–y todos los pacientes se derivan al Hospital Sant Joan de Déu de Martorell, localidad vecina.

Cabe recordar que Cataluña es la segunda comunidad, solo por detrás de Madrid, que suma más contagios y fallecidos por coronavirus, lo que ha obligado al sistema sanitario a funcionar al límite de su capacidad, con un 86 por ciento de las UCI ocupadas y situaciones de tensión importantes, especialmente en municipios fuera de Barcelona, donde cada centro acoge a vecinos de poblaciones colindantes.