Belarra elegirá hoy a su nueva Ejecutiva tras la salida de Iglesias

Podemos se encamina ya a cerrar la primera página de su historia política protagonizada por Pablo Iglesias y a iniciar una nueva con el afán de reconstruir el partido y evitar la fractura territorial que pesa como una losa en las comunidades, debido a la falta de implantación territorial. Un camino que la dirección elegida en su Cuarta Asamblea Ciudadana este fin de semana tiene como principal reto y debilidad para el cual comenzarán en un breve corto de plazo a abordar.

Los resultados de participación en el proceso asambleario de este domingo dan la razón a este análisis. La Asamblea Ciudadana se saldó con la participación más baja de la historia morada. Tan solo 53.443 militantes participaron en la votación telemática que proclamó a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, como sucesora de Pablo Iglesias al frente de Podemos, 5.758 votantes menos de los que acudieron en Vistalegre III, hace un año.

Ahora, tras la elección de los militantes tanto de su Consejo Ciudadano Estatal, que está encabezado por la ministra de Igualdad, Irene Montero, la secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera y la portavoz del partido Isa Serra, el siguiente paso de Belarra será el de convocar a su nuevo Consejo Ciudadano Estatal para dar forma a su Ejecutiva. Es decir, para nombrar las ocupaciones orgánicas que los principales líderes del partido desempeñarán a partir de ahora. Un proceso que tendrá lugar este mismo viernes a media tarde, cuando se reúna el Consejo Ciudadano Estatal. Será el primero que no presidirá el ya ex líder Pablo Iglesias, sino la nueva secretaria general, Ione Belarra, elegida por las bases moradas con el 85,61 % de los votos emitidos en las primarias del partido.

Ione Belarra apostó por una dirección continuista con la que hasta ahora estaba vigente y que correspondía con el último mandato de Pablo Iglesias tras Vistalegre III. El ex líder de Podemos había renovado en verano de 2020 su Ejecutiva en la que incluyó al presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, o al jefe de gabinete de Iglesias, el ex jemad, Julio Rodríguez o la entonces líder del partido en la Asamblea de Madrid, Isa Serra como portavoz o las asesoras de Montero en el Ministerio de Igualdad, Ángela Rodríguez y Teresa Arévalo; y al asesor de Iglesias Manuel Levin.

Las incógnitas de la nueva Ejecutiva

Ahora, el Consejo Ciudadano Estatal recién nombrado deberá elegir la nueva Ejecutiva. Las grandes incógnitas sobre este asunto se encuentran en sí Belarra optará por una remodelación de calado en su Ejecutiva -algo que podría suceder con toda probabilidad debido a los objetivos que se marca para la nueva era; coralidad y feminismo- o apuesta por una dirección continuista. Se cumpla uno u otro escenario lo seguro es que habrá dos grandes cambios en el partido.

El primero de ellos ya fue desvelado esta semana, con la elección de la politóloga Lilith Vestrynge como número tres y nueva secretaria de Organización en sustitución de Alberto Rodríguez, hasta mayo número tres de Iglesias, decidió abandonar su puesto coincidiendo con su imputación por un delito de atentado a la autoridad por el que la Fiscalía solicita seis meses de prisión. Vestrynge será así la cuarta secretaria de organización de la formación en los siete años desde el nacimiento de la formación morada. Es una de las secretarías de mayor importancia dentro de cualquier fuerza política y el designado es quien debe organizar territorialmente el partido. Precisamente, en Podemos, este cargo cobra mayor relevancia debido a los problemas de implantación territorial de los que adolece.

La hasta ahora portavoz del partido, Isa Serra, renunció la pasada semana a su acta de diputada autonómica en la Asamblea de Madrid. El objetivo de su retroceso se debe a que, según anunció, pasará a formar parte del equipo de Ione Belarra a nivel orgánico, no en el Gobierno.

En el partido no cabe duda de que el actual portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique continuará su camino en Podemos. Sin embargo, esta misma semana, el propio dirigente morado sembró las dudas sobre su futuro en el corto plazo. En una entrevista aseguró que “no tardaré mucho en volver a mi profesión”, aunque explicó que ese escenario no estaba si quiera pensado ni hablado con sus compañeros. Como publicó este diario, tras la salida de Iglesias del partido, fuentes del partido aseguraban que -tras los rumores de su posible cese como portavoz- continuaría al frente de la portavocía del grupo parlamentario en el Congreso.