Enaltecimiento
La casa de la cultura de Hernani acogerá la presentación del libro biografia del etarra Iturbe
Covite denuncia el incesante «culto a ETA» en el País Vasco
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, (Covite), denunció ayer «el incesante culto y apoyo» que se da a miembros de la banda terrorista ETA; desde carteles, fotografías en las calles, manifestaciones o actos por los presos, convocados por Sare, donde se exhibieron imágenes de presos. La asociación que presiden Consuelo Ordóñez criticó a través de su cuenta de Twitter cómo, por ejemplo, en las calles de Oñati (Guipúzcoa) están plagadas de cartelería donde se reclama la impunidad para los etarras. Por ello, lamenta que las víctimas tengan que «soportar» estas imágenes «en las mismas calles en las que asesinaron a sus familiares». Según apuntó se trata de «un ambiente asfixiante invadido por proclamas a favor de los asesinos».
Covite cita diferentes municipios en los que, durante los actos convocados por Sare a favor de los derechos de los presos de ETA, se colocaron y exhibieron fotografías de miembros de la banda oriundos de estos pueblos, como en Galdaknao, de donde eran «algunos de los asesinos más sanguinarios»: Xabier García Gaztelu «Txapote», Xabier López Peña «Thierry», Jon Bienzobas, Gorka Martínez, Oier Goitia, Iker Lima, Iosune Oña o Leire Etxebarria. También recuerda los «simulacros de cena navideña» que se dieron en varios municipios del País Vasco por presos encarcelados o cómo en Berna, Suiza, varias personas encapuchadas reclamaron bajo una pancarta: «Honor para los Gudaris. Los “ongi etorris”, sí; arrepentirse, no. ¡Amnistía Total!», lamenta.
La última afrenta tendrá lugar en Hernani. El Colectivo de Víctimas denuncia, a través de su cuenta de Twitter, el acto que tendrá lugar en la casa de cultura de Hernani donde se va a presentar el libro biográfico de Txomin Iturbe, «notorio jerarca etarra de los años ochenta», destacan. Dicho acto está «patrocinado, cómo no, por la delegación de Sortu en Hernani» y, además, «se apropian, de nuevo, del espacio público para el culto a ETA».
Domingo Iturbe Abásolo, «Txomin», uno de los principales cabecillas de ETA durante su siniestra historia, es un ejemplo más de la estrategia de blanqueo de la banda. Se le trata de presentar como un «político», un «negociador», casi un «hombre de paz», cuando, en realidad, estaba al frente de una organización criminal y ordenaba los atentados que cometían los «comandos». Compartía la «dirección» con Jose Miguel Beñarán, «Argala», autor material del atentado contra el almirante Carrero Blanco; pero, tras la muerte de este individuo, en una acción criminal atribuida a los GAL (con «Txomin» lo intentaron varias veces, sin éxito) se quedó como jefe, por lo que, además de dirigir las células, fue el encargado de negociar con los distintos gobiernos españoles que lo intentaron, entre ellos el que presidía Felipe González.
Aparentaba ser el típico «casero» vasco, un hombre conciliador; los etarras le respetaban y acudían a él cuando tenían problemas, como le pasó a Dolores González Catarain, «Yoyes», cuando decidió abandonar ETA.«Txomin» le garantizó su seguridad, pero no le sirvió de nada, ya que fue asesinada por la propia banda, acusada de «traidora», tras volver de su exilio mexicano.
Precisamente, la muerte de «Txomin» en Argelia, cuando estaba deportado y participaba en las citadas negociaciones, está llena de misterio y todo parece indicar, que ETA nunca contará la verdad. Dijeron, primero, que había sufrido un accidente de coche; después, que se había caído de un tejado y, más recientemente, en lo que parece cierto, que le estalló una bomba cuando se entrenaba. Se dijo que su disposición a negociar desde el posibilismo fue su perdición, ya que los «duros» de ETA apostaban justamente, por lo contrario. Y no se lo perdonaron.
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