La España Vaciada, ante su verdadera prueba de fuego electoral

La España Vaciada salta a la conquista del poder municipal y autonómico. Tras el éxito de Teruel Existe en el Congreso de los Diputados, las formaciones políticas España Vaciada, Aragón Existe, Soria ¡YA!, Teruel Existe, Cuenca Ahora y Jaén Merece Más (en representación de las provincias de Burgos, Palencia, Valladolid, Salamanca, León, Toledo, Ciudad Real, La Rioja, Zaragoza, Huesca, Soria, Teruel, Cuenca y Jaén) registraron hace dos semanas la Federación de Partidos de la España Vaciada. Juntos quieren afrontar las próximas convocatorias electorales que abarcan desde la municipales hasta las próximas elecciones generales y europeas. Un reto mayúsculo. Fuentes de la formación aseguran a LA RAZÓN que «el desafío es inmenso» y, añaden, se «trata de un proyecto a largo plazo». En este sentido, aseguran que las listas todavía se están perfilando y subrayan que el objetivo que persiguen es entrar en los gobiernos autonómicos para que se asuma «la cohesión territorial» y se ponga coto a la despoblación de muchos territorios. De hecho, recuerdan que «el 70 por ciento» de las competencias son autonómicas por lo que –creen– su penetración en los ejecutivos autonómicos es clave para revertir la situación en los territorios despoblados. Estas mismas fuentes señalan que «son un movimiento transversal», cuyas líneas rojas para pactar con uno u otro partido serán «los Derechos Humanos y el respeto a la Constitución Española».

Todo arrancó en el año 2019, con la multitudinaria manifestación celebrada en Madrid en la que miles de personas participaron en la concentración bautizada como «Revuelta de la España Vaciada». Más de 100.000 personas llegaron a la capital y se echaron a la calle, pese al día desapacible, «para hacer una enmienda a la totalidad a la política española de los últimos años, porque conscientemente ha desarrollado una parte de España a costa de la otra, y no podemos seguir así, necesitamos equilibrio territorial, cohesión social, reparto equitativo de las infraestructuras y mirada de futuro para todos», declaró entonces a los medios de comunicación un desconocido Tomás Guitarte, que solo dos años después se convirtió en el rostro y en la voz de todos los territorios despoblados en el Congreso de los Diputados.

El efecto de la manifestación fue inmediato. Ese verano, la España Vaciada marcó la agenda de un Pedro Sánchez en funciones que rápidamente inició una ronda de contactos con agentes de la sociedad civil para articular su programa progresista y contar también con las voces de estos territorios. Además, la rapidez de constituirse de la plataforma –que formó una agrupación de electores– fue asombrosa, ya que fue capaz de organizarse para concurrir a la repetición electoral de 2019, cuando dio la sorpresa y logró un escaño por la provincia de Teruel, lo que permitiría a su portavoz formar parte del Grupo Mixto.

Desde entonces, el grito de la España Vaciada no ha dejado de escucharse. El adelanto electoral en Castilla y León y las municipales en Andalucía sirvieron como test a la plataforma, que con resultado dispar en cada comunidad autónoma logró extender sus reivindicaciones. En Castilla y León, el movimiento ciudadano se presentó a las elecciones autonómicas en cinco de las nueve provincias de una comunidad especialmente golpeada por el desequilibrio territorial. En las andaluzas, su segunda cita con las urnas, no obtuvieron representación, ni siquiera con su marca Jaén Merece Más, cuyo origen se remontaba al año 2017.

La recién formada Federación de Partidos de la España Vaciada jugará con ventaja en las elecciones gracias a la Ley D’Hont. En España tenemos 26 provincias y las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. En total, 52 circunscripciones. En las 28 menos pobladas se concentra el 21,1 por ciento del censo español, 7,8 millones de electores, y tienen asignados 103 diputados. En las pasadas elecciones generales de 2019, el ratio entre votos válidos a candidatura y número de escaños, fue de 48.544, es decir, que un escaño en estas circunscripciones más despobladas salía por 48.544 votos. En las otras 24 con mayor población y que reúnen el 78,9 por ciento del censo electoral, o lo que es lo mismo, a 21,2 millones de votantes, el número de diputados reservados para ellas fue de 247. La relación entre el número de votos a candidatura y el número de escaños fue de 85.830. Estos eran los votos, de media, necesarios para obtener un diputado, frente a los 48.544 de la España más despoblada.

LA RAZÓN analiza con expertos en demoscopia las posibilidades electorales de esta Federación de partidos que tiene su primer examen con las urnas en seis meses y concurren en medio de un clima bronco y de desafección hacia la política española. Los expertos consultados advierten de la dificultad de triunfar en las elecciones sin una estructura previa, dada la juventud de la formación, al tiempo que circunscriben su apoyo a la situación coyuntural de los comicios. No en vano, el ritmo frenético de la política determina que los temas varíen con mucha rapidez de una semana a otra.

Manuel Mostaza, director de Asuntos Públicos de ATREVIA, ve «difícil» que saquen un buen resultado debido a la escasa implantación del proyecto en los territorios. Pone como ejemplo las dos últimas elecciones a las que se presentaron –las de Andalucía y las de Castilla y León–, en las que solo sacaron un buen resultado las dos plataformas que contaban con una mayor antigüedad y contactos vecinales. De hecho, señala las dificultades que partidos como Ciudadanos, Vox o Podemos tienen a nivel autonómico porque no cuentan con una estructura, a diferencia del PP o el PSOE, que llevan años en la política municipales. Además, se refiere a la dificultad de articular un liderazgo fuerte en torno a la candidatura debido a su extensión territorial.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) y experta en comunicación y liderazgo, Verónica Fumanal, también apunta que cada circunscripción es un mundo, porque «un movimiento como Soria ¡YA!, –que logró un escaño en las últimas elecciones– contaba con un una base, un caldo de cultivo muy trabajado con movimiento sociales y vecinales, que es lo que le pasó a Teruel Existe». «Lo que garantizó el éxito de los movimientos que lo han tenido fue el trabajo de muchísimos años y con mucha credibilidad», añade. Su éxito, según la experta, también dependerá del momento conyuntural en el que se celebren los comicios. En un contexto sumamente volátil, reconoce que hay un nivel altísimo de personas que no saben a quién va a votar . «Su resultado dependerá de qué se vote en ese momento». Preguntada por si existe un nicho para atraer a ese votante, apunta que «siempre hay tendencia a un voto protesta de votantes. Un hastío que en un momento fue capitalizado por Ciudadanos, Vox o Podemos. Podríamos decir que si esos votos estuvieran bien organizados, pueden encontrar un hueco».