
Defensa
El Ejército de Tierra se hace con estos futuristas vehículos con lanzamisiles
El Ejército de Tierra invierte más de ocho millones de euros en quince nuevos blindados Vamtac ST5 de la firma española Urovesa, que reforzarán la capacidad anticarro con potentes lanzamisiles Spike

El Ejército de Tierra continúa con la modernización de su flota de vehículos. El Mando de Apoyo Logístico ha formalizado la adquisición de un nuevo lote de quince nuevos Vehículos de Alta Movilidad Táctica (Vamtac) del modelo ST5, en un contrato adjudicado a la compañía española Urovesa por un importe total de 8,07 millones de euros. Esta operación vuelve a poner de manifiesto la confianza depositada en la industria nacional para equipar a las Fuerzas Armadas con material de última generación. Esta modernización se alinea con las tendencias europeas, donde se trabaja activamente en el desarrollo de un nuevo y futurista carro de combate que redefine la movilidad y protección.
En concreto, el pedido se divide en dos variantes distintas, cada una diseñada para cumplir misiones específicas sobre el terreno. El grueso del contrato, compuesto por diez unidades, corresponde al modelo de Alta Protección BN3. Estos vehículos están especialmente preparados para la futura integración de torretas de armas por control remoto, lo que permitirá a sus ocupantes neutralizar amenazas sin necesidad de exponerse directamente al fuego enemigo, aumentando así su protección y eficacia en combate. Este avance refleja una tendencia global en la que países como Alemania también están ampliando la producción de vehículos de combate modernos para sus fuerzas armadas.
Por otro lado, las cinco unidades restantes son de la versión BN1. A diferencia de las anteriores, estas vienen equipadas de fábrica con un lanzador para misiles Spike, un sistema de probada eficacia que reforzará la capacidad anticarro de las unidades de infantería. Se trata de un armamento de gran precisión que dota a estos vehículos de una considerable potencia de fuego para enfrentarse a objetivos blindados a larga distancia.
Un refuerzo clave con la vista puesta en la interoperabilidad
Asimismo, aunque el principal destinatario de estos blindados es el Ejército de Tierra, el contrato abre la puerta a que algunas de las nuevas unidades se entreguen a la Infantería de Marina, según detallan desde Infodefensa, dotando así a los fusileros navales de plataformas móviles con una potencia de fuego notable y una protección acorde a los escenarios operativos actuales. Esta posible dotación complementaría otros esfuerzos de mejora para la unidad, como la reciente adquisición por parte de la Infantería de Marina española de nuevos fusiles de precisión capaces de alcanzar objetivos a grandes distancias.
Además, el acuerdo establece un calendario preciso para la recepción del material, fijando el 15 de diciembre de 2025 como fecha límite para la entrega de la totalidad de los vehículos. Para garantizar su operatividad y el sostenimiento a largo plazo de la flota, el contrato incluye una garantía técnica de dos años y el compromiso por parte del fabricante de asegurar la disponibilidad de repuestos durante las próximas dos décadas, un factor fundamental para mantener estos sistemas en perfecto estado de servicio.
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