Acto discreto

Dolores Delgado toma posesión a puerta cerrada como fiscal de Memoria Democrática

Álvaro García Ortiz defiende que es «la persona más cualificada» para el cargo y advierte a su antecesora: "Hay y habrá resistencias"

Dolores Delgado, junto al fiscal general, Álvaro García Ortiz (izda.), en su toma de posesión como fiscal de Memoria Democrática
Dolores Delgado, junto al fiscal general, Álvaro García Ortiz (izda.), en su toma de posesión como fiscal de Memoria DemocráticaFiscalía General del Estado

Tras la polvareda que ha levantado su nombramiento, Dolores Delgado ha tomado posesión como fiscal de Memoria Democrática en un acto discreto y a puerta cerrada en el que su sucesor al frente de la Fiscalía General, Álvaro García Ortiz –quien propuso su designación al Gobierno en contra de la mayoría del Consejo Fiscal– ha alabado la trayectoria de la exministra, a quien definió como «la persona más cualificada» para el cargo, pese a que dos de las tres asociaciones de la carrera sopesan recurrir su nombramiento ante el Tribunal Supremo, al haberse acordado con las Cortes ya disueltas, a apenas un mes vista del 23-J, y por una posible causa de incompatibilidad por su relación con el exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, al frente ahora de una fundación, Fibgar, especializada en la defensa de derechos humanos.

El acceso al acto estuvo vedado a la prensa, porque según insisten fuentes de la Fiscalía General del Estado en las tomas de posesión en la sede de la institución «no se convoca a los medios, salvo para la toma de posesión del fiscal general». Cuando el nombramiento supone el ascenso a la máxima categoría de la carrera, la de fiscal de Sala –precisan– se realiza con carácter previo la jura o promesa del cargo en el Tribunal Supremo, que sí pueden cubrir los periodistas, «pero para la toma de posesión que se hace posteriormente en la Fiscalía General no se convoca a la prensa».

El acto estuvo presidido por el fiscal general del Estado. Ha ejercido de madrina de Delgado la teniente Fiscal del Tribunal Supremo, María Ángeles Sánchez Conde. A la toma de posesión asistieron también el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, y el subdirector general de Asuntos Constitucionales y Derechos Humanos de la Abogacía General del Estado, Francisco de Asís Sanz Gandasegui, además de numerosos miembros de la carrera fiscal.

"La ley se cumple"

En su intervención, García Ortiz ha defendido el amparo normativo del nombramiento –tras adelantar la celebración del Consejo Fiscal horas después de que Pedro Sánchez anunciase la convocatoria de elecciones generales». Se ha actuado, recalcó, en «cumplimiento de la legalidad vigente». «No podemos pervertir el cumplimiento de la norma. La ley se cumple, y no se condiciona el cómo ni el cuándo», añadió en referencia a las críticas de dos de las tres asociaciones de la carrera.

Consciente de que la mayoría del Consejo Fiscal se opuso a su nombramiento, García Ortiz ha ensalzado la trayectoria y la competencia de Delgado. «No cabe duda de que tiene el mejor currículum y es la persona más cualificada para el desarrollo complejo, y seguro que plagado de dificultades, que supone la puesta en marcha de una nueva Fiscalía», ha dicho según recoge un comunicado de la Fiscalía General. "Has puesto al servicio de este país toda tu carrera profesional y has sacrificado gran parte de tu vida personal en ello -afirmó refiriéndose a su antecesora-. Has dado mucho a la Justicia y a la reciente historia de la democracia. Ahora te pedimos un poco más: que construyas, que construyamos entre todos y todas, algo que perdure y sea un referente en materia de Derechos Humanos y Memoria Democrática".

Del "caso Scilingo" a la exhumación de los restos de Franco

García Ortiz ha anticipado que "hay y habrá resistencias", pero destacó que Delgado es la "persona indicada para vencerlas, para esquivarlas o para convencerlas, porque se trata simplemente de cumplir la ley". El fiscal general ensalzó la trayectoria de 33 años de Delgado en el Ministerio Público, en la que destacó su participación en el "caso Scilingo", el represor argentino condenado en 2005 por crímenes contra la humanidad por los vuelos de la muerte; en el juicio contra el exmilitar Ricardo Miguel Cavallo, por crímenes cometidos durante la dictadura militar en Argentina; en la investigación por el genocidio ruandés en aplicación del principio de justicia universal; en la instrucción judicial por el atentado en 2015 contra la embajada de España en Kabul; en el procedimiento relativo a la organización terrorista Boko Haram, o en su intervención en la Corte Penal Internacional en el "caso Libia", que ahondó en la represión del régimen de Muamar el Gadafi.

Además, García Ortiz ha recordado que como ministra de Justicia en el Gobierno de Pedro Sánchez -cargo desde el que asumió, sin solución de continuidad, el de fiscal general del Estado, lo que levantó una considerable polvareda política y mediática- creó la Dirección General de Memoria Histórica, preparó el anteproyecto de ley para la modificación de la Jurisdicción Universal e impulsó la confección de un censo de víctimas de la guerra civil y la dictadura, así como la reactivación de los procedimientos de declaración y reparación de víctimas.

Del mismo modo, ha puesto en valor su papel en la exhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, ceremonia a la que asistió como notaria mayor del Reino y destacó que ha propiciado "numerosos actos de homenaje" a exiliados republicanos.