
Investigación
El otro asesor que no gestionó los negocios de la "primera dama" de Moncloa
A diferencia de la de Begoña Gómez, imputada, Jaime de los Santos se encargaba «puntualmente» de la agenda de la esposa de Mariano Rajoy

Jaime de los Santos era el alto cargo del Palacio de la Moncloa que durante la presidencia de Mariano Rajoy llevaba «puntualmente» la agenda de su esposa, Elvira Fernández, conocida como «Viri».
Como ha podido saber LA RAZÓN, él se encargaba de coordinar y organizar su presencia en aquellos actos que, por protocolo, exigían que los jefes de Gobierno acudiesen acompañados de sus cónyuges, como, por ejemplo, puede ser el reciente funeral del Papa Francisco o las visitas a países de Latinoamérica.
Su papel y el de sus antecesores era el de «dar apoyo y resolver las dudas» de la mujer de un mandatario que se había encontrado «con la obligación de cubrir en determinados momentos un papel institucional para el que no estaba preparada».
También se encargaba de coordinar con el servicio de seguridad sus salidas del Palacio, de las que normalmente no conocía la razón. «Avisaba de que, oye, Elvira va la puerta del Sol, pero no iba con ella».
Pero nada más allá de eso, tal y como explican a la razón fuentes que fueron testigo directo de qué hacía De los Santos en aquellos días.
Imputada por gestionar su vida profesional
Por ello, sonó tan raro entre el equipo del último presidente popular lo que declaró ante el juez Juan Carlos Peinado la alto cargo imputada por gestionar asuntos de la vida profesional privada de Begoña Gómez.
Los contrastes les parecieron llamativos. Cristina Álvarez aseguró que sus funciones eran las de encargarse las «24 horas del día, los 7 días de la semana y las 365 jornadas del año» a la agenda de Gómez como «primera dama», cuando, recuerdan a este diario las citadas fuentes, su figura «no existe formalmente como autoridad, ni viene recogida en el organigrama» de la propia Moncloa.
De ahí, el hecho de que De los Santos se ocupará de esa esfera institucional de «Viri», sin prestarle una asistencia técnica a tiempo completo, dado que, como consejero técnico, llevaba a cabo en su jornada laboral muchas otras tareas. Entre ellas, se encargaba de escribir discursos para Rajoy o la que era su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
No dependía directamente de la "primera dama"
Tampoco les cuadró que Álvarez dijese que ella solo reportaba de manera directa a la propia Gómez, pese a que sobre el papel depende de Presidencia. El asesor que miraba por «Viri», en cambio, siempre dependió «única y exclusivamente» de la que era secretaria general de la Presidencia, María Rosario Pablos, como su superior jerárquico y era ante quien respondía en última instancia.
Antes de llegar a la residencia presidencial en 2012, De los Santos no estaba afiliado al PP ni conocía a Rajoy o a su pareja. Le propuso entrar a trabajar en el Ejecutivo la que era responsable de protocolo del entonces líder popular en Génova, Valle Ordóñez Carbajal.
Otra diferencia con respecto a su sucesora en estas tareas, que era, según ella misma desveló en sede judicial, una «buena amiga» de Gómez «desde hace años» y esta fue la que «le contrató».
Las indagaciones realizadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el marco de la causa contra la mujer del también líder del PSOE han puesto de relieve que Álvarez ejercía de interlocutora para Gómez en asuntos de la cátedra extraordinaria que codirigía en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Universidad, software, cátedra...
Gestionó con el personal de la universidad cuestiones sobre el software –que también se analiza si la mujer de Sánchez se lo pudo apropiar indebidamente– y trasladó a una empresa privada, Reale Seguros, que Gómez «estaría encantada» de que siguiesen patrocinando la cátedra.
Álvarez tiene un sueldo público como directora de Programas de Presidencia, pero, a la vez, se presentaba como «colaboradora» de esta cátedra, como se vio en los mails que obran en el sumario de la causa que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid.
Mientras que, aseguran desde el entorno del que fuera ayudante de la esposa del último presidente popular, él no intervenía en nada que fuese de la vida privada de Fernández. «Ella misma se pedía la cita en la peluquería», apuntan, como ejemplo.
Fernández, de hecho, dejó su trabajo en Telefónica alrededor de un año antes de que su marido pasase a presidir el Consejo de Ministros, en diciembre de 2011.
Estas supuestas anomalías son las que investiga el juez Peinado para dilucidar, por otro lado, si pudo haber malversación de caudales públicos en el nombramiento de Álvarez como cargo de confianza y en que se involucrase en la vida laboral de Gómez.
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