Narcotráfico

Tres semanas después de los sucesos de Barbate, ni más medios humanos y materiales

Los agentes se esfuerzan en presionar a los narcos en sus zonas de refugio y "petaqueo" (repostaje de combustible)

La narcolancha que partió en dos la zódiac en la que iban los dos agentes que han muerto en Barbate, Cádiz, ya se encuentra en el depósito del puerto de Algeciras, custodiada por la Guardia Civil.
La narcolancha que partió en dos la zódiac en la que iban los dos agentes que han muerto en Barbate, Cádiz, ya se encuentra en el depósito del puerto de Algeciras, custodiada por la Guardia Civil.La Sexta

Ni más medios humanos y materiales; lo que se está haciendo es optimizar los que disponemos y una presión sobre los narcos en aquellas zonas tradicionales en las que realizan las labores de reavituallamiento y “petaqueo” (cargar combustible), todo ello coordinado por el coronel de la comandancia de Algeciras.

De esta manera definen medios próximos a la Guardia Civil la situación en el Campo de Gibraltar cuando han pasado tres semanas de la acción criminal en la que los tripulantes de una narcolancha atacaron una embarcación de los GEAS del cuerpo y asesinaron a dos de los agentes.

Tuvo que ser un hecho tan dramático y la demostración de que el operativo desplegado, una lancha de seis metros, para echar de la rada de Barbate a seis narcolanchas de entre 14 y 16 metros, era absolutamente inadecuado, para que se anunciara la adopción de medidas. El ministro del Interior ha sido reprobado políticamente por su mala gestión de un asunto tan sensible como es la lucha contra el narcotráfico, pero los agentes, con los medios de los que disponen, tienen que seguir con lucha contra esta actividad delictiva.

En los últimos días, debido al temporal, se ha observado una menor actividad de las narcolanchas y los agentes de la Benemérita se concentran en dificultar la presencia de estos delincuentes en las zonas habituales escogidas para mantenerse a la espera de que mejore el tiempo y volver a sus actividades, lo que “harán con toda seguridad”, subrayan.

Hay que tener en cuenta que un kilo de hachís, que se compra en Marruecos a 500 o 600 euros, triplica su precio nada más llegar a España; y lo cuadriplica o quintuplica en Francia o Alemania, un negocio redondo. Las narcolanchas cuestan entre 200.000 y 30.000 euros, según la eslora y motorización. “Con un viaje, ya las han amortizado, por lo que a los narcos no les causa ningún gran problema su incautación. De hecho, la llegada de embarcaciones nuevas es continua.

La desproporción de medios, que se puso de manifiesto de forma trágica en Barbate, no ha mejorado pese a los grandes discursos de los primeros momentos. Todo ello genera un malestar latente, que no sale a flote por la disciplina de los agentes, pero que tuvo su culmen en la capilla ardiente instalada en la comandancia de Navarra, cuando la viuda del agente del GAR asesinado, a la que alguien ha roto la luna delantera de su coche esta misma semana en un acto de clara provocación, se negó a que fuera Marlaska el que impusiera la Cruz de Oro de la Guardia Civil en el féretro de su marido.

Una postura, dentro de la gran emoción del momento, que los asistentes comprendieron menos, al parecer, las autoridades presentes (ministro, secretario de Estado y director general del cuerpo), que, en un hecho que llamó la atención, abandonaron la capilla ardiente sin que hubiera finalizado el acto. Tras unos minutos de tenso silencio, se rezó un responso y los presentes entonaron el himno de la Guardia Civil. Ninguna de estas autoridades asistió al funeral, celebrado en la catedral de Pamplona.

Los agentes destinados en el Campo de Gibraltar tendrán que esperar aún la llegada de más medios materiales (al menos que se reparen los que están averiados) y humanos. Una reprobación, importante sin duda, es un hecho político y lo que se necesita sobre el terreno es algo más para que no se repitan episodios criminales como los de Barbate, cuyo acuartelamiento, por cierto, sufrió un intento de asalto días después.