Polémica
La cruel llamada a la familia de Rafa Amargo anunciando su liberación
En torno a las cinco de la tarde de ayer, alguien llamó a los Amargo anunciando que “habían soltado a Rafa y que se iba directo al teatro”. Su madre, comunicó la feliz noticia a sus íntimos y acompañada por su marido, se dirigió al teatro con una bolsa con ropa para el bailarín, como le habían pedido que hiciera. Una mentira deliberada y con un claro objetivo.
Jueves, 3 de diciembre de 2020. La familia de Rafael Amargo (45 años) se encuentra en su casa del barrio de Malasaña. Apenas han comido y no quieren ver la tele. El dolor que les produce los comentarios sobre la detención de su hijo pequeño, acusado de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, es demoledor. Rafa es el ojito derecho de su madre y también el motivo de sus desvelos desde hace años. Siempre ha sido así: buen corazón y temible temperamento. Es cariñoso, sensible, divertido, generoso, genuino, loco, divo, anárquico, dañino, rebelde, altivo, imprevisible y brutal... Es un ángel y un demonio, al mismo tiempo.
Los García Hernández, un matrimonio granadino de avanzada edad, padres del artista conocido como Rafa Amargo, están destrozados. A la grave enfermedad del padre desde hace años, se une la preocupación de ambos por la grave adicción a las drogas de su hijo pequeño. Han intentado ayudarlo, han conseguido que ingrese en varios centros de desintoxicación, sin resultado. Rafa es indomable, puro temperamento, no hay forma de cambiar su estilo de vida al límite, cualquier día les da un disgusto. Está peor que nunca. Conscientes de sus vicios, ya no le dan dinero, pero hacen frente a sus gastos de casa, desplazamientos y comida. Aún así, el padre ha sido quién ha sufragado gran parte de los gastos del montaje de su último espectáculo “Yerma”. Saben que Rafa necesita estar ocupado, bailar, para alejar de él los vicios y la mala vida.
El teléfono no para de sonar: llamadas al fijo y al móvil, mensajes y Whtasapps se suceden en los móviles de toda la familia. El padre delega en su mujer, su hijo mayor o su nuera, la tarea de responder a las decenas de llamadas que reciben desde que, hace dos días, el pequeño de sus hijos fuera detenido. Es, entre otras razones, una cuestión de salud. Una traqueotomía, provocada por su enfermedad, dificulta su capacidad para comunicarse. Llaman familiares, amigos, periodistas y un montón de artistas que han ofrecido a la familia ayuda económica en caso de que, para evitar la cárcel, sea necesario el pago de una fianza.
En ese momento, su hijo, junto a los otros tres detenidos en la “Operación Corax”, se encuentra en los calabozos de Plaza de Castilla, esperando a ser llamados a declarar ante el juzgado de guardia. La espera se hace interminable y a la angustia que sienten en estas horas cruciales, se une la presión mediática. Por eso, prefieren evitar ver las informaciones alarmistas que manejan los programas de actualidad y del corazón que informan, minuto a minuto, de la última hora sobre el caso. El panorama judicial, según los medios, pinta en negro: la fiscalía puede llegar a pedir hasta catorce años de cárcel para Rafa Amargo. Si así fuera, sería el fin de su hijo.
Miguel Ángel García, el único miembro de la familia que ha concedido unas declaraciones a la prensa esa misma mañana, en su intento de limpiar el nombre de su hermano no ha hecho más que generar más controversia, al defender que todos los artistas consumen drogas para trabajar. Tras sus desafortunadas palabras en “El programa de Ana Rosa”, y las críticas recibidas, han decidido dejar en manos de Conde Pumpido, el abogado de Amargo, la comunicación con la prensa.
Abajo, en el portal de su casa en el céntrico barrio de Malasaña, situado a pocos metros del domicilio de Rafa Amargo, las cámaras de Sálvame y las agencias hacen guardia. Su intención es no salir de allí, a no ser que sea estrictamente necesario, para evitar un encontronazo con la prensa. Les resulta muy difícil controlar los nervios ante el incierto futuro que le aguarda a su hijo. Sacudidos por el dolor, la ansiedad y la angustia, esperan, nerviosos, una llamada que no llega, la de Conde Pumpido que, en cualquier momento, podría anunciarles el encarcelamiento o libertad del bailarín. La llamada que lo cambiará todo.
Pasadas las cuatro de la tarde suena el teléfono con la noticia que todos esperan: la liberación de Amargo.
Es la hora de la siesta pero, a duras penas, pueden echar una cabezada como acostumbran tras el telediario. Los informativos se hacen eco de las últimas noticias sobre el retraso en la declaración de los cuatro detenidos en la “Operación Corax”. Así, se informa que no se les tomará declaración judicial hasta después de comer. El abogado Conde Pumpido les tranquiliza, ya que a la espera de conocer los informes policiales, con las escuchas practicadas, no hay demasiadas pruebas para incriminar al bailarín. En el registro de su casa, sólo han encontrado restos de drogas, algo que ya sabían por su otro hijo, Miguel Ángel, que estaba presente en el registro policial. Son precisamente esos informes los que han retrasado la comparecencia de los detenidos ante la jueza de guardia de Plaza de Castilla.
Un nuevo vuelco al corazón y un sobresalto para los García. El timbre de un teléfono sonando al que responde, sin dudar, la madre de Rafa Amargo. ¿Quién es?. Al otro lado del teléfono, una persona que se identifica como alguien que trabaja en vestuario del teatro, les dice: “lo han soltado, está libre, Rafa me ha pedido que os llame y que os diga que se va directo al teatro y que le lleveís algo de ropa, que os ve allí.”.
Gritos, lágrimas, lloros y risas se apoderan del matrimonio que, inmediatamente se pone en marcha, sin extrañarles que no sea el abogado el encargado de darles la noticia. Da igual, Rafa está libre y eso es lo único que importa. Estalla la alegría y todos se apresuran a comunicar la noticia a sus más íntimossin imaginar siquiera que es una cruel mentira. Son llamadas breves, casi ininteligibles por los llantos y la emoción desbordada, pero con mensaje claro y esperanzador: “Está libre, lo han soltado”.
Apenas unos minutos después, exactamente a las 16.55, me llega la noticia por Whatsapp:” Le han soltado”. La alegría se expande a golpe de teléfono entre el círculo más cercano de Rafa Amargo, con el que tengo algunos amigos en común. Llamo a mi fuente y pregunto: ¿Está en libertad? ¿Cuándo? ¿con cargos o sin cargos? ¿con fianza o sin fianza?. Mi interlocutor no sabe que responder: “Sólo sé eso. Que han llamado a la madre hace nada y le han dicho que está libre y que se vaya para el teatro. Estaba llorando y decía: ”Lo han soltado, está libre”.
La madre se apresura a buscar una bolsa y elegir la ropa y productos de higiene personal que necesitará su hijo, tras dos días en los calabozos. Feliz ante el inminente reencuentro, aún le da tiempo a hacer un par de llamadas a familiares y amigos. En casa de los padres, en la que durante unos meses ha vivido Rafa con el fin de alejarle de las malas compañías, los armarios de su habitación están llenos de ropa.
Tratando de confirmar la falsa noticia
Había que confirmarlo. Ningún otro medio tiene la noticia aún. Nadie dice nada ni en las teles, ni en los medios de comunicación digitales. Así que, extrañada, trato de comunicarme con el periódico para comunicar la información que tengo. La fuente es fiable. Por ella sabía, entre otras cosas, que en casa de Rafa no había drogas antes que ningún otro medio. Aún así, hay que contrastarlo. Hablo con mi jefe para que pregunte a los encargados de sucesos y tribunales, ellos suelen tener buenas fuentes policiales y judiciales.
Mientras, hago otras llamadas para confirmar la información por otros conocidos que tengo en común con el artista y me pongo a escribir. Es justo entonces cuando, en Sálvame, Carlota Corredera da paso al caso Amargo, tras abrir el programa con la venta de la cabeza del toro Avispado. El programa tiene dos equipos: uno, con señal en directo, cubriendo desde los Juzgados de Plaza de Castilla la detención del bailaor granadino y otro, en la casa de la familia de Rafael Amargo, a escasos metros de la de bailarín. David Valdeperas avisa por el pinganillo: hay movimiento en Malasaña.
“Atención-dice Corredera- el programa ha localizado y hablado con los padres de Rafael Amargo. Tengo que deciros que ha sido una conversación muy tensa. Están los padres muy nerviosos e incluso, el padre llega a perder los nervios con nuestro equipo. Estamos preparando esas imágenes para enseñárselas”.
“¿Pero qué es una conversación telefónica?-pregunta la presentadora que se responde a sí misma mientras escucha al director del programa-Nuestro compañero Raúl Trigueros, se ha desplazado a la casa, me están diciendo, y ha tenido un encontronazo verbal con el padre de Rafa Amargo. Última hora, me dicen, que las imágenes son tan fuertes, tan subidas de tono, que no vamos a poder ver la secuencia íntegra hasta Sálvame Tomate”.
“¿Cómo va decir eso, David?, yo no puedo reproducir eso”-continúa la presentadora que transmite la información que le canta el director por el pinganillo-Vamos a ver como lo digo... lo más suave que dice a nuestro compañero mientras le pregunta cómo está viviendo la familia esta situación es “ me vas a comer...”. El cebo de las imágenes se mantendrá durante toda la tarde en los rótulos del programa: ¡Bombazo!
Los padres de Rafael Amargo salen en dirección a La Latina
Al escuchar esto pienso que, tal y como me había dicho mi fuente, los padres de Amargo han salido en dirección al teatro para encontrase con su hijo, que tiene la intención de cumplir su compromiso de estrenar en el Teatro La Latina su último espectáculo. Todo encaja. Escribo un mensaje a la jefa de prensa del teatro. Ella puede confirmar o desmentir, indirectamente, esta noticia. Si Rafa va hacia el teatro, ella tiene que saberlo. Justo entonces interviene Antonio David Flores en Sálvame: “Amargo ya ha terminado de declarar y está a la espera de que termine la declaración de dos personas más. Caben dos posibilidades: que le ponga en libertad o...” ¡Espera!- le interrumpe Corredera- ¡Arranca Sálvame Naranja!”
De los nervios, recibo la contestación de la encargada de comunicación del teatro: no sabe nada. Tampoco la noticia se confirma desde el juzgado. Llamo a mi fuente por sí tiene más detalles. Nada. Sólo sabe lo que me ha dicho y que los padres ya han salido hacia el teatro. Está claro que no mienten, ¿por qué iban a salir si no creyeran que su hijo está libre? ¿Por qué salir sabiendo que tienen a la prensa abajo? ¿Y por qué, si está Sálvame en directo, cómo no se han enterado que han decretado la libertad de Rafa Amargo?.
Es todo muy raro pero encuentro una explicación. Si como dice Antonio David, Rafa ya ha declarado y le han decretado la libertad, quizás esté esperando dentro a que acabe la declaración de su mujer, Luciana, a quién también asiste como letrado Conde Pumpido. Es posible que entre declaración y declaración, Rafa o su abogado, haya podido avisar al teatro o a algún familiar, comunicando su libertad y su deseo de estrenar la obra como estaba previsto. Eso explicaría qué, al no haber salido aún el abogado, a los compañeros de la prensa apostados en las puertas de los juzgados no les llegara la noticia.
¿Fue una broma de mal gusto o algo más?
Con todas las reservas, decido publicar la noticia con el siguiente titular: “Rafael Amargo, según sus padres, en libertad: “Lo han soltado”. En el subtítulo se advierte que, desde los juzgados de Plaza de Castilla, no se confirma está información. A medida que avanzan los minutos, voy incorporando las noticias que se suceden: la suspensión del estreno que comunican desde el Teatro La Latina y el retraso en la declaración judicial. Desde el juzgado se informa que el último en declarar sería Rafael Amargo.
En Sálvame se emiten parte de las imágenes de los padres abandonando la casa y más tarde, su regreso, portando la misma bolsa con la que habían salido y en la que llevaban la ropa para su hijo. Bajo la mascarilla, se aprecia la tristeza en el semblante y ya no tienen ganas ni de enfrentarse con los periodistas.
Es entonces cuando vuelvo a llamar a mi fuente y mis sospechas se confirman al saber nuevos detalles de la extraña llamada recibida por los padres. “No les llamó el abogado. La madre dice que fue una llamada extraña, pero con la alegría y la emoción del momento, no se cuestionó nada. Recuerda que la persona se identificó como alguien que trabaja con el vestuario del teatro y que Rafa le había pedido, detrás de las rejas, que les llamara dándoles la buena noticia. Que en realidad, pensándolo después, lo que decía esa persona no tenía sentido. ¿Cómo podía alguien que trabaja en temas de vestuario haber hablado con su hijo quién, a esas horas, estaba en los calabozos de Plaza de Castilla?”.
Les mintieron deliberadamente pero...¿por qué?. ¿Quién querría dar estas falsas esperanzas a sus ancianos padres? y ¿qué objetivo perseguía al hacerles salir de su casa?. Sin descartar la posibilidad de que algún enemigo de Amargo o algún gracioso con acceso a los teléfonos de sus familiares hubiera sido el autor de esta broma de mal gusto, sólo cabe otra pregunta, la misma que suelen hacerse los investigadores: ¿a quién beneficiaba hacer algo así? Continuará...
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