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El día que Carlota Corredera se tragó a Rocío Carrasco

La presentadora pone hoy fin a la docuserie convertida en “icono feminista” y en diana de múltiples críticas

Carlota Corredera y Rocío Carrasco en una imagen de archivo
Carlota Corredera y Rocío Carrasco en una imagen de archivoTelecinco

“Gracias Rocío, por sacudirnos, por golpear nuestras conciencias, por compartir tu infierno, por obligarnos a pensar. Gracias por hacernos mejores”. La frase es de Carlota Corredera, la mediática presentadora que constantemente se rompe entre lágrimas en el plató 6. Con la entrevista que hará mañana a Rocío Carrasco en plató se pone fin -de momento- al docudrama en el que Corredera se ha convertido en una protagonista más del espacio. ¿El secreto? Su manera descarnada de defender a ultranza la versión de la hija de Jurado. Esta pasión la ha convertido en referente del feminismo (la politización del asunto, recuerden, empezó cuando la ministra de Igualdad intervino en el programa), pero también en el centro de todas las críticas de quienes opinan que es inconcebible el juicio mediático paralelo que se ha hecho de un caso dormido por ahora judicialmente.

Carlota ha presentado las doce entregas del programa asumiendo en primera persona el discurso feminista del espacio. Una táctica ideada para hacer más creíble un testimonio con el que la docuserie ha querido convertirse en el centro del debate de la violencia machista. La viguesa, aparte de repercusión social, ha conseguido un cambio de registro empoderando su figura como icono feminista y como presentadora emergente de la cadena, compartiendo relevancia con el líder absoluto, Jorge Javier Vázquez.

Carlota Corredera en Sálvame
Carlota Corredera en SálvameTelecinco

Infancia feliz y drama familiar

Soy una niña de 46 años que creció absolutamente feliz”, así se confesaba en una reciente entrevista. Una infancia feliz, en el barrio de Las Traviesas de Vigo, pero marcada por la tragedia desde joven. La de la muerte de su padre cuando Carlotiña tenía solo 20 años. Un drama que se multiplicó un año después con la muerte de su hermano menor, de 18. La madre de Carlota recogió el timón. “Después de la muerte de mi hermano, mi madre, destrozada, se puso de pie y dijo que teníamos que seguir viviendo. Es duro, pero ella, con 44 años, se quedó viuda y nos sacó adelante con esfuerzo y amor. Lo que soy se lo debo a ella”, recordaba emocionada.

Inicios con Ana Rosa Quintana

La vida profesional de Carlota es sin duda una trayectoria de menos a más. Comenzó en Antena3 como subdirectora del programa “Sabor a ti”. Poco se imaginaba la presentadora del espacio, Ana Rosa Quintana, que su directora acabaría como compañera de platós en Mediaset años después. Dirigió formatos como “TNT”, “El laberinto de la memoria” y “Hormigas blancas”, hasta que entra a formar parte del trío de éxito de La Fábrica codirigiendo -junto a Raúl Prieto y David Valdeperas- Sálvame diario y Sálvame Deluxe. Profesionales del equipo técnico de la cadena en aquel entonces recuerdan aún las consignas de la directora para que el set de dirección en plató cobrará relevancia en los planos de la realización del programa. Un protagonismo nunca antes concedido a un director de programa en televisión. “Su profesionalidad en plató era parejo a sus deseos de salir en pantalla”, recuerda un colaborador.

Carlota Corredera
Carlota Corredera@carlotacorredera

Su boda con Carlos de la Maza fue otro momento que compartió generosamente con la audiencia. Carlota conoció a su marido, cámara del programa, en la productora. Compañeros le definen como “un tío majo, que trabaja bien, es muy tímido y le gusta pasar bastante desapercibido”. Lo que contrasta con la personalidad de su mujer, bastante cómoda frente a los focos. Fiel a ese perfil, la boda, lejos de ser una celebración íntima, se convirtió en un enlace a bombo y platillo al que no faltaron sus compañeros de plató y la Prensa, que cubrió el evento como si de una boda del “cuore” más se tratase, ante el reclamo que suponían Kiko Matamoros, Terelu, María Patiño y Lidia Lozano, entre otros. Hoy el foco se centra en ella en primera persona.