Camila de Cornualles pide paso ya

Desde que falleció el duque de Edimburgo, el pasado 17 de abril, el futuro royal de la septuagenaria Camila de Cornualles, antes Camila Parker- Bowles, está cada vez más claro. Entonces, los tabloides británicos desvelaron que el príncipe de Gales estaba preparando ya con cierto nivel de detalle lo que será su nueva vida. «The Sun» publicó que preveía que su esposa fuera nombrada reina consorte. Tal movimiento le daría a Camila un estatus más elevado que el previsto, similar al que tenía la difunta reina madre, esposa del rey Jorge VI, padre de Isabel II y abuelo de Carlos. Lo cierto es que el delicado estado de salud de la reina, que hacía ocho años que no dormía en un hospital y que se enfrenta ahora a una quincena sin trabajar, algo sin precedentes en esta nonagenaria incansable, ha hecho que las fichas se muevan en Palacio. Isabel II tiene los 95 años mejor llevados de la monarquía internacional, pero no dejan de ser 95, aunque se siga poniendo al volante de su todoterreno para acallar los rumores sobre su delicado estado de salud. Ante la posibilidad de que la ausencia de Isabel II de sus compromisos oficiales se prolongue en el tiempo, desde Palacio ya están pensando en que Carlos de Inglaterra sea obviamente el sustituto de su madre en actos públicos y asuma un papel significativamente más importante del que ha tenido hasta ahora. Esto afectaría a su esposa.

Según recogen varios medios británicos, es posible, incluso, que ella pueda ser designada como una de las cuatro personas que pueden representar a la reina en actos públicos. Precisamente, la figura de Camila está ahora al alza, después de que la semana pasada la duquesa de Cornualles pronunciara un encendido discurso pidiendo acciones urgentes para atajar la violencia sexual contra las mujeres. Ya se está especulando con la posibilidad de que la predecesora de Diana de Galessea nombrada Consejera de la Reina antes de tiempo. Son cuatro personas teóricamente las que pueden ocupar este cargo. Y dos de ellas están en sus horas bajas. hablamos de Harry, que está en California convirtiéndose en una especie de filántropo techie con sabor a príncipe azul y Andrés que está defenestrado (tal vez «sine die» hasta que no finiquite sus juicios). El resto son Carlos de Inglaterra y su hijo Guillermo. No es de extrañar que Camila se una a este privilegiado grupo. Se requiere que haya consenso entre al menos dos miembros de este consejo real para tomar decisiones tan vitales como la aprobación real para los anteproyectos de Ley o nombrar jueces del Tribunal Superior de Justicia. Camila le ha ganado el pulso hasta la mismísima Kate Middleton.