Gente

Caso Epstein

El príncipe Andrés, cada vez más cerca del banquillo por abuso de menores

La Justicia de EE UU rechaza archivar el caso y desestima las alegaciones de la defensa del hijo de Isabel II

El príncipe Andrésestá cada vez más cerca de tener que sentarse en el banquillo ante una demanda por abuso sexual a menores. El juez Lewis Kaplan, del Tribunal de Distrito de Nueva York (EEUU) rechazó ayer los argumentos del hijo de la reina Isabel II, que había pedido archivar la demanda de Virginia Giuffre, una mujer que desde hace años le acusa de haber mantenido relaciones sexuales con ella siendo aún menor de edad.

La decisión histórica del magistrado hace tambalear los pilares del Palacio de Buckingham. Ver al que dicen es el ojito derecho de la soberana afrontando un juicio de este calibre son palabras mayores. El proceso legal podría empezar a finales de este año. Aunque el príncipe podría librarse si finalmente hubiera un acuerdo económico con la presunta víctima, en caso de que esta aceptara. Según los expertos, esta opción podría ser la más probable para evitar el bochorno. Pero eso podría implicar asumir la culpa y él siempre ha recalcado su inocencia. Haga lo que haga, su reputación está ya más que dañada. Palacio le apartó de la agenda pública en 2019 cuando concedió a la BBC una desastrosa entrevista con la que intentó lavar su imagen, pero acabó metiéndose aún más en el barro al hablar de su amistad con Jeffrey Epstein, el rico empresario norteamericano que se suicidó en su celda mientras esperaba veredicto por pedofilia. La novia del empresario, Ghislaine Maxwell, amiga de toda la vida del príncipe, fue condenada a finales del año pasado a 60 años de prisión por tráfico sexual de menores.

Un acuerdo confidencial

El pasado 4 de enero, la Justicia de Estados Unidos hizo público un acuerdo confidencial firmado en 2009 según el cual el fallecido magnate pagó 500.000 dólares a Virginia Giuffre para que abandonara sus acusaciones por supuestos abusos sexuales, cuando ella era menor. Los abogados defensores del príncipe Andrés esperaban que este documento sirviera para desestimar el caso civil contra él, pero no ha sido así y ahora está completamente acorralado. Al duque de York llevaba persiguiéndole este escándalo desde 2011. Y la posibilidad de un juicio por abuso de menores era un fantasma que desde hace tiempo llevaba sobrevolando Palacio creando portada tras portada con noticias de lo más polémicas, entre ellas, las reclamaciones del FBI para que el príncipe prestara su colaboración para esclarecer el proceso, a las que hizo caso omiso.

Virginia Giuffre, ahora de 38 años, sostiene que fue víctima de tráfico sexual por el financiero Epstein y su mano derecha, Ghislaine Maxwell, y que a raíz de ello sufrió abusos cuando tenía 17 años por parte del príncipe Andrés en Londres, Nueva York y en una isla privada de Epstein en el Caribe. La mujer interpuso una demanda por la vía civil – no criminal- contra el príncipe en agosto pasado en Nueva York, acogiéndose a la Ley de Víctimas Infantiles, y busca una compensación económica.

Virginia Giuffre
Virginia GiuffreBebeto MatthewsAgencia AP

El hijo de la soberana siempre ha defendido que no recuerda haber conocido a la supuesta víctima y que tampoco recuerda «en absoluto» en qué momento se tomó la famosa fotografía en la que se le ve con el brazo alrededor de la cintura de la joven, una imagen que dice esta manipulada.

El Palacio de Buckingham declinó ayer pronunciarse sobre la decisión del juez estadounidense. «No comentamos sobre lo que es un asunto legal en curso», afirmó un portavoz. Pese a que el príncipe está alejado de la vida pública, según la prensa británica, en el ámbito privado Isabel II está muy pendiente de su hijo y podría estar incluso costeando su defensa porque el duque de York no tiene ahora ningún trabajo conocido por el que reciba ingresos económicos. Pero el escándalo ha enfriado por completo la relación entre Andrés con su hermano, el príncipe Carlos, heredero al trono. En cualquier caso, durante todo este tiempo, el duque de York ha tenido el apoyo incondicional de su familia más cercana.