Caso Epstein
El príncipe Andrés evita el juicio por abuso sexual de una adolescente
El duque de York llega a un acuerdo económico con la supuesta víctima, seis meses después de haber sido demandado
Sin desvelarse detalles del acuerdo ni de la cantidad de dinero pactada, el príncipe Andrésha conseguido evitar un juicio al poner fin a la demanda presentada contra él por abusos sexuales contra Virginia Roberts Giuffrecuando la denunciante, que ahora tiene 38 años, era menor de edad.
El acuerdo confidencial alcanzado este martes en el Tribunal federal de Nueva York, donde se presentó la demanda en agosto del año pasado, pone fin a meses de incertidumbre sobre la posibilidad de ver a un miembro de la realeza sentarse en el banquillo acusado de violación. Aunque no ha podido escapar del juicio paralelo, mediático y social, establecido al margen del pacto de silencio, por las acusaciones contra el príncipe Andrés por abusos sexuales contra una adolescente.
La carta, firmada por los abogados de ambas partes, traslada al juez la petición de suspender el caso y todos los plazos previstos, solicitando la desestimación de la demanda dentro de un mes. Además, el abogado de la víctima, David Boies, ha solicitado al príncipe que haga una «donación» a la organización sin ánimo de lucro que la activista estadounidenses-australiana fundó para ofrecer apoyo a víctimas de tráfico sexual. El duque de York «tiene la intención de hacer una donación sustancial» a la organización benéfica «en apoyo a los derechos de las víctimas», confirma la información del acuerdo emitida a través de un comunicado.
Aunque, más que el valor monetario, el precio más alto lo ha pagado el príncipe con su imagen, destruida por el escándalo sexual en el que ha estado envuelto en los últimos años. También la de su familia, salpicada en un momento clave para la realeza británica, coincidiendo con el 95 cumpleaños de su madre, la reina Isabel II, y el aniversario de sus siete décadas consecutivas en el trono de Inglaterra.
Elogia la valentía de Giuffre
El duque de York se vio obligado a renunciar a todos sus títulos militares y honores de la Casa Real para no perjudicar la imagen de la Corona británica. Desde entonces, el príncipe Andrés ya no podía utilizar ni el título de «Su Alteza Real» ni asumir ninguna función pública, tal y como confirmó en un comunicado el Palacio de Buckingham.
Envuelto en el escándalo sexual de la trama pedófila de la élite estadounidense orquestada por Epstein, el príncipe Andrés ha estado en el centro de la polémica desde que su nombre salió a la luz tras conocerse su amistad con el magnate neoyorkino, que murió en condiciones extrañas a la espera de juicio en la cárcel conocida como el «Guantánamo de Nueva York»; así como con su madame, la socialité británica Ghislaine Maxwell, culpable de cuatro de los seis cargos presentados contra ella por tráfico sexual de menores.
El juicio concluyó el pasado mes de diciembre, pero dio paso a una nueva demanda presentada por Virginia Giuffre, alegando que el príncipe Andrés había abusado de ella, en varias ocasiones, cuando tenía 17 años. Los presuntos abusos sucedieron en distintos países, en la residencia de Epstein en Manhattan y su isla privada Little St. James en las Islas Vírgenes, así como en la casa de Maxwell en la capital británica. Aunque el príncipe lo negó.
La demanda del martes alega que la víctima temía a las posibles repercusiones si desobedecía las órdenes de Epstein, Maxwell o el príncipe Andrés debido a «sus poderosas conexiones, riqueza y autoridad». Los abogados del príncipe Andrés dijeron en la declaración de esta semana que «se sabía que Jeffrey Epstein traficaba con innumerables niñas durante muchos años» y que «lamenta su asociación con Epstein y elogia la valentía de la Sra. Giuffre y otros sobrevivientes para defenderse a sí mismos y a otros». Interrogado por los abogados de Guiffre bajo juramento, Andrés no admitió ninguna de las acusaciones presentadas contra él. Y tras el ruido mediático, el acuerdo se alcanzó con relativa rapidez.
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