Cumpleaños
Los 45 años de Victoria de Suecia, la princesa cuyo padre no quiso que reinara
El Rey Carlos Gustavo prefería que su hijo varón, Carlos Felipe, ocupara el trono en el futuro
La familia real sueca está de celebración. Hoy, 14 de julio, la princesa Victoria alcanza los 45 años, casi un siglo de vida en el que ha pasado por sus luces y sus sombras. Desde su nacimiento estuvo rodeada de polémica, puesto que los médicos de su madre, la Reina Silvia, pronosticaron que no podría tener más hijos en el futuro. Se trata de un gran problema en el asunto de la sucesión al trono, puesto que en el país nórdico, como en España, prevalecía el derecho al hombre frente al de la mujer.
Así las cosas, su padre, el Rey Carlos Gustavo, inició los trámites para derogar la norma y que su hija pudiera reinar en el futuro. Sin embargo, la situación dio un giro de tuerca que nadie esperaba cuando, en 1980, la Reina Silvia volvió a quedarse embarazada, en aquella ocasión de un varón: Carlos Felipe. La nueva ley de sucesión aún no se había tramitado, así que el recién nacido fue proclamado heredero de forma automática, con el beneplácito de su padre. De esta forma, la princesa Victoria quedó apartada del trono.
Sin embargo, la presión de los grupos feministas, que abogaban por la eliminación de la preferencia del varón ante la mujer en la línea de sucesión, consiguió que el Parlamento sacara adelante la nueva ley, que volvió a conceder a la princesa Victoria el título de heredera. No fue fácil para ella aceptar su nuevo rol a sabiendas de que contaba con la oposición de su padre, aunque no fue esa la piedra más dura que se encontró en su camino al trono...
A lo largo de su adolescencia y juventud, la princesa Victoria sufrió algunos problemas de salud. Desde la dislexia hasta la anorexia, pasando por la prosopagnosia, una patología que dificulta a quien la sufre reconocer los rostros de la gente e incluso el suyo propio. Aun así, pese a todas estas adversidades y al rechazo de parte de la corte, la heredera al trono sueco goza hoy del cariño y la aprobación de su pueblo, conocedor de todos los sacrificios y esfuerzos que ha hecho para llegar a ser una reina digna.
Una familia feliz
Su marido, Daniel Westling, ha sido uno de los principales apoyos de la princesa Victoria en su camino de espinas hacia el trono. Él fue su entrenador personal cuando todavía no se había recuperado de su anorexia, y aunque, una vez más, no contaba con el apoyo de su padre, finalmente se dieron el “sí, quiero” el 19 de junio de 2010 en la catedral de San Nicolás de Estocolmo. Desde entonces, se han consagrado como uno de los matrimonios más unidos de la realeza del viejo continente, y fruto de ese amor nacieron sus dos hijos: la princesa Estelle, la primogénita y futura heredera; y Oscar, duque de Escania.
Los cuatro forman una familia feliz que hace las delicias del pueblo sueco. Frente al hermetismo presente en otras monarquías europeas, como la española, la princesa Victoria y su esposo comparten imágenes a través de sus redes sociales en las que muestran su día a día y lo unidos que están.
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