Reino Unido
El agridulce aniversario de Meghan y Harry: un lustro de tensión con los Windsor
Se cumplen cinco años de la boda de los duques de Sussex, el principio del fin de su relación con la Corona
Tal día como hoy, hace ya cinco años, el príncipe Harry y Meghan Markle se daban el “sí, quiero” en la Capilla de San Jorge el Castillo de Windsor ante la mirada de miles de asistentes y otros tantos millones de personas en todo el mundo que siguieron la ceremonia a través de sus televisores. Los recién nombrados duques de Sussex no podían borrar la sonrisa de sus caras, incapaces de imaginar en aquel momento lo que en los próximos meses se iba a devenir. De hecho, ni siquiera las nupcias fueron tan felices como en su día hicieron creer a la opinión pública.
Al parecer, los recién casados sentían mucha presión sobre sus hombros por las expectativas que se habían generado sobre su boda y las inevitables comparaciones que se hacían con la del príncipe William y Kate Middleton, celebrada siete años antes. “La suya fue impecable. Fue misión cumplida con Guillermo, así que dijeron: 'a ver si ahora va bien con Enrique y podemos decir lo mismo’”, recuerda el duque de Sussex en su documental, producido por Netflix.
Precisamente, fue esa producción una de las piezas del dominó que llevó al distanciamiento entre los duques de Sussex y la Familia Real, aunque el principio del fin de la relación de Meghan y Harry con la Corona llegó menos de dos años después de su boda, cuando hicieron público su infame Megxit. Aquello tambaleó los cimientos de Buckingham Palace y hasta la Reina Isabel II tuvo que pronunciarse al respecto: “Hoy mi familia tuvo discusiones muy constructivas sobre el futuro de mi nieto y de su familia. Mi familia y yo apoyamos por completo el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como una familia joven”.
Los siguientes pasos de los duques de Sussex no ayudaron en absoluto a acercar posturas con los Windsor. Su entrevista con Oprah Winfrey expuso supuestos comportamientos racistas dentro de la familia, y la posterior publicación de “Spare”, las memorias del príncipe Harry, puso de manifiesto sus rencillas con su hermano William, con quien incluso llegó a las manos en uno de sus enfrentamientos.
En definitiva, cinco años de tensión, roces y reproches que no parece que vayan a terminar pronto, atendiendo a los últimos gestos que se produjeron en la coronación del Rey Carlos III. Su hijo Harry acudió sin la compañía de Meghan, y mientras William y su familia ocupaban un lugar privilegiado -algo comprensible, por otro lado, por su papel de futuros reyes-, el duque de Sussex fue relegado a la tercera fila de la abadía.
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