El momento más complicado de Mary de Dinamarca

La reina Mary de Dinamarca ha vuelto a acaparar todas las miradas por su sonada ausencia oficial durante las últimas semanas. Junto a su esposo, el rey Federico X, ha viajado a Hobart, su ciudad natal en Australia, en medio de la preocupación por el delicado estado de salud que arrastra su padre, John Donaldson, desde hace ya algún tiempo.

Al ser un viaje privado, la Casa Real danesa había mantenido total discreción sobre el paradero del matrimonio, dejando al príncipe Christian, de 19 años, como regente en Dinamarca. Sin embargo, dada la polémica generada por tan misteriosa «desaparición», desde Palacio se han apresurado a confirmar que el motivo del viaje estaría relacionado con un empeoramiento en la salud de su progenitor.

Mary de Dinamarca no ha dejado de visitar a su familia desde que se convirtiera primero en princesa heredera y ahora reina, tras la abdicación de Margarita II en enero de 2024, coincidiendo con el 52º aniversario de su ascensión al trono. Sin embargo, estas visitas se han vuelto cada vez más frecuentes. O por lo menos, las que se publicitan. La realidad es que la reina danesa pasa por uno de sus momentos personales más complicados. John Donaldson, catedrático de Matemáticas Aplicadas en la Universidad de Tasmania, ha sido un pilar fundamental en su vida, han mantenido una relación muy estrecha a lo largo de los años y a pesar de la distancia física.

Mary Elizabeth nació el 5 de febrero de 1972 en Hobart, Tasmania, y es la menor de cuatro hermanos: Jane, Patricia y John. Sus padres, John y Henrietta Donaldson, se casaron en 1963 en Escocia antes de emigrar a Australia un año después. Uno de los momentos más duros de Mary fue la pérdida de su madre en 1999, a causa de un infarto. Su muerte dejó un gran vacío y marcó un antes y un después en ella. Posteriormente, en 2001, su padre rehizo su vida al casarse con la escritora británica de novelas de misterio Susan Elizabeth Donaldson. Con ella la reina ha mantenido siempre una excelente relación. Como ella misma ha confirmado en alguna ocasión: «Ella es mi amiga».

A día de hoy, Mary de Dinamarca ha dejado en suspenso temporalmente su papel de soberana para priorizar el cuidado de su padre. Sobre su agenda oficial se conoce que no tiene compromisos oficiales previstos hasta el próximo lunes 24 de febrero, cuando acuda junto al rey a un servicio religioso por el que se recuerda el triste aniversario de la invasión de Ucrania. Por su parte, el rey Federico X ya ha retomado sus funciones reales.