Política, ocio y Lady Di: así eran antes los veranos en Palma

La Reina Letizia y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía ya están en Mallorca, según ha confirmado LA RAZÓN. Las tres aterrizaban en el aeropuerto de Son Sant Joan, de Palma, minutos después de la una y media de la tarde de ayer sábado y a las dos accedían de manera discreta, por la puerta de personal al palacio de Marivent. No las esperaba Don Felipe, que a esas horas seguía a bordo del Aifos, entrenando junto a sus compañeros de tripulación y preparándose para la competición oficial, que arranca el lunes; quien sí estaba en el interior era la Reina Sofía y su hermana, la Princesa Irene, que desde mediados de julio están en la isla.

Mucho se está hablando estos días de la posibilidad de que, por primera vez en muchos años, se reúnan los primos en Mallorca, un encuentro que solía ser habitual antes; la última imagen de todos juntos data de 2018, cuando Doña Sofía cumplía 80 años y por tal motivo, a excepción de Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin, se pudo ver a los Reyes junto a Felipe VI, Letizia, Leonor, Sofía, la Infanta Cristina, la Infanta Elena y sus respectivos hijos: Juan, Pablo, Miguel, Irene, Felipe y Victoria. Un amago similar de (re)encuentro tuvo lugar durante el funeral de Constantino de Grecia, hace unos meses. Por eso, y ante la llegada prematura de Doña Letizia y sus hijas, hay voces que apuntan a que hoy domingo podrían celebrar un almuerzo familiar. Sin embargo, desde la organización de la Copa del Rey de Vela Mapfre, se informaba a los medios de que Felipe VI tenía previsto salir a navegar hoy también y pasar por el Náutico de Palma a media tarde. Tampoco hay confirmación de que las hermanas del Rey estén en la isla –Elena pasaba el sábado en Sanxenxo apoyando a Don Juan Carlos–. Habrá que esperar a la próxima semana para saber si el sueño de Doña Sofía de reunir a los suyos se cumple finalmente, o no.

La primera vez que Don Juan Carlos y Doña Sofía pusieron un pie en Marivent para disfrutar de unos días de vacaciones llegaron en un Seat. En aquel momento, al entrar en el edificio lo primero que se podía ver era una mesa de ping pong, lo que dejaba adivinar la idea que tenían los príncipes en ese momento de aquel lugar. Con el tiempo, la decoración se hizo más oficial y esa mesa se cambió por una típica mallorquina. El Palacio pasó a ser la recepción de grandes líderes internacionales, lo que hizo del lugar una embajada de verano de la familia real española.

El encanto y naturalidad del Rey Juan Carlos I y de la Reina Doña Sofía se comprobó gracias a Marivent, un palacete construido hace casi cien años y donado a la ciudad por la viuda de Juan de Saridakis, un lugar en el que había que dejarse ver… y así sucedió. Los líderes mundiales que han pasado por las escaleras de la entrada son prácticamente incontables. Solamente con hacer mención a los presidentes americanos que se han acercado la cosa ya apabulla: Jimmy Carter, George Bush padre, Los Clinton y Michelle Obama, entre otros, han disfrutado de un día en Marivent. La última en hacerlo, la esposa del expresidente Obama, de hecho llegó acompañada de Sasha, su hija menor, tras unos días de vacaciones en el sur de España y la pequeña se empeñó en posar con los Reyes. De hecho, cuentan que hasta le tiró de la manga a Don Juan Carlos para que este le hiciera caso.

Mijaíl Gorbachov pasó por allí en 1992, cuando ya había dejado el poder de la Unión Soviética y Hugo Chávez hizo lo propio en 2008, demostrando así ambos que Marivent es hogar para todas las ideologías políticas.

Otras visitas royal

Aunque quizás, lo más interesante de los veranos vividos en este palacete fueron las visitas de las distintas monarquías. Balduino y Fabiola de los belgas solían hacer alguna escapada cuando estaban en Granada para verse con Don Juan Carlos y Doña Sofía, y Hassan II de Marruecos y Hussein de Jordania también se acercaron. De hecho, la reina Noor suele todavía hoy acompañar de vez en cuando unos días a Doña Sofía en ese enclave.

Aunque la visita que más ríos de tinta ha provocado son la que hicieron el hoy rey Carlos III y su exmujer, Diana de Gales. Fueron tres veranos, los de 1987, 1988 y 1990, los que pasaron allí. Las escaleras de Marivent, que ejercen siempre como paisaje del posado oficial, fueron testigos de cómo el matrimonio iba naufragando. Esto, por otra parte, demostró la relación tan personal que mantienen los Borbón y los Windsor. Los jóvenes príncipes de Gales incluso se animaron a pasear en el Fortuna, algo que no hicieron nunca Isabel II y Felipe de Edimburgo cuando visitaron la isla en octubre de 1988.

Despacho oficial de verano

Pero Marivent también ha jugado un papel político importante desde 1977 cuando el presidente Adolfo Suárez realizó su primera visita a Don Juan Carlos. Desde entonces, no ha habido presidente del Gobierno que no haya desfilado por allí para tener su despacho de verano con el soberano.