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Veruschka, la suegra "hechicera" de Marta Luisa de Noruega, vetada en la boda de su hijo

Madre e hijo mantienen una relación distante, después de las acusaciones de ella en contra de los poderes de su vástago

Durek Verret y Marta Luisa de Noruega, en unas recientes vacaciones en Turquía
Durek Verret y Marta Luisa de Noruega, en unas recientes vacaciones en Turquíalarazon

De ella heredó sus poderes visionarios el chamán Durek Verret, el novio y futuro marido de la princesa Marta Luisa de Noruega. Veruschka Urquhart acaba de cumplir ochenta y un años y la relación con su hijo está tan deteriorada que no ha recibido invitación para su próxima boda en tierras nórdicas. De hecho, vive en Nueva York y no fue visitada por Durek y Marta Luisa en un reciente viaje que hicieron a la ciudad de los rascacielos.

Suegra y nuera han hablado por teléfono, pero no se conocen personalmente. La primera cuenta a quien quiera escucharle que entre sus antepasados tiene algunos con raíces noruegas, y hace muchos años le vaticinó a su hijo que conocería a una princesa originaria del país norte europeo con la que se casaría. Aquella vivencia tan insólita dejó descolocado a Durek, quien nunca llegó a pensar que el augurio se haría realidad con tanta consistencia como para acabar en boda.

La princesa Marta Luisa de Noruega y su prometido, Durek Verrett
La princesa Marta Luisa de Noruega y su prometido, Durek VerrettMarius GulliksrudGTRES

Aún así, Veruschka intenta limar asperezas con su vástago y ha agradecido en público el buen trato que está recibiendo de los padres de Marta Luisa, los reyes Harald y Sonia de Noruega. Pero Durek no perdona a su progenitora que haya declarado que “mi hijo heredó mis poderes espirituales, pero los usa para manipular. No trabaja para el mundo y el público, sino contra ellos, no ayuda a encontrar la luz divina. Pero amo a mi hijo e intento que recapacite y vuelva a sus viejas costumbres”.

Hoy es el día elegido para una boda en la que Veruschka brillará por su ausencia, y tal y como está la situación entre madre e hijo, no se la echará de menos.