Opinión

El diario de Amilibia: No chupar las cabezas, porfa

Con los políticos sucede más bien al revés, son ellos los que chupan las nuestras, y además haciendo mucho ruido

Isabel Preysler posa en 'El Hormiguero'
Isabel Preysler posa en 'El Hormiguero'Atresmedia

Cuando en un país los menos se imponen a los más, llega el caos. Igualito que en el universo cuando aparece un agujero negro, pero esto ya merecería toda una conferencia de ZP, gran especialista en la Teoría del Caos y el infinito. ¿Quién es nuestro agujero negro? Recuerdo el famoso chiste de Ramón. El preboste o gran líder se asoma al balcón para gritar al pueblo en tiempo de elecciones: “¡O nosotros o el caos!”. El pueblo: “¡El caos, el caos!”. Y el preboste: “¡Es igual, también somos nosotros!”. Pues eso. Menos mal que de vez en cuando Isabel Preysler se nos aparece en carne mortal y nos ilumina con sus palabras, porque yo, como siempre, tengo claras poquitas cosas. Por ejemplo: que cada vez que Vox suelta un cuesco o tira una botella, Él sube dos puntos y crece su figura de heroico superviviente.

La cabeza de las gambas tiene más colesterol y posee cadmio
La cabeza de las gambas tiene más colesterol y posee cadmiolarazon

Viene a ser el presi como Leticia Sabater, que ha dicho de sí misma: “Ni tonta ni loca, superviviente”. Isabel nos ha dejado dos puntos básicos para sobrevivir en este lío. Uno: “Jamás se chupan las cabezas de las gambas haciendo ruido”. La faltó a Pablo Motos preguntarle por las cabezas de los políticos, si debemos chuparlas o no. Si no temiera arrugar su elegancia, quizá la reina de “¡Hola1” hubiera respondido: “Sucede más bien al revés, son ellos los que chupan las nuestras, y además haciendo mucho ruido”. Dos: como el problema de España es que no nos queremos, según Garci, nos ha regalado Isabel la pista de lo que a ella le enamora: la inteligencia, el sentido del humor y la ternura.

La inteligencia y el humor están de retirada. La ternura era el santo y seña de la Yoli, pero ahora, con el herpes, no está para rozamientos ni para chupar cabezas.