Opinión
El diario de Amilibia: Mejoren las consignas, por fa
Me refiero específicamente a la Oficina de Publicidad, Prensa y Propaganda del Movimiento, sita en la Moncloa
Cuando hacía entrevistas, creo recordar que comenté a algunos entrevistados de confianza: «No me importa que me mientas, pero miénteme con gracia». Lo mantengo y los traslado a la política: no me importa que me mientan, eso está en su sustancia, pero al menos háganlo con un poco de originalidad, ingenio o sentido del humor, porque de lo contrario esto ya es un coñazo insufrible. Me refiero específicamente a la Oficina de Publicidad, Prensa y Propaganda del Movimiento, sita en la Moncloa. Dicta cada mañana las consignas a las que deben atenerse todos los portavoces, ministros y prebostes en general y de ahí no salen: repiten hasta el hastío las palabras del Ventrílocuo Jefe como los muñecos de Mari Carmen, pero sin la gracia de doña Rogelia.
Dice Cuca Gamarra dirigiéndose al sanchismo: «No caben ya más silencios». Puestos a elegir, me quedo con los silencios. Lo diré: cuando aflojan un segundo Pilar Alegría y Patxi López, surge como una roca la Peña, o sea, Esther Peña, portavoz del PSOE, también conocida como La Peñazo, profeta de la Nueva Moral Monclovita. Ha repetido lo mismo que todos los demás sociatas: «Feijóo no tiene autoridad moral para pedir explicaciones a nadie». Ay, Peña de mis entretelas, como se te eche encima su tía monja, te vas a enterar de lo que es moral. Añade la Peña: «Los populares tienen abiertas más de 30 causas por corrupción; cuando actúen como nosotros con Ábalos, podrán dar lecciones». Encima quieren que Feijóo les plagie, como si fuera discípulo del Apolo de la Moncloa, el de las tesis magistrales.
Hace ya tiempo, la política se convirtió en publicidad y la doctrina en eslóganes. Y en vez de mejorarlos, siguen el de Nico Willliams anunciando hamburguesas: «No te comas la cabeza, mejor cómete un Kevin Bacon».
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