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Bernardo Pantoja, “abandonado” por Anabel

El hermano de la tonadillera sufre problemas graves de salud. Se queja de que su hija apenas le atiende

Anabel Pantoja y su padre Bernardo.
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El estado de salud de Bernardo Pantoja ha empeorado en el último mes, los problemas derivados de su diabetes le están afectando muchísimo y podría ser ingresado de nuevo en el mismo hospital sevillano, el Virgen del Rocío, en el que ya estuvo durante más de dos meses este año.

Según una fuente cercana al hermano de Isabel Pantoja, «se siente muy solo, si no fuera por su pareja, la japonesa Junco, se moriría de pena. Ella es su mujer, su compañera de vida y su enfermera, pero está muy agobiada, la situación le supera y, sobre todo, le duele que la hija y la hermana de Bernardo, Anabel e Isabel, se hayan desentendido prácticamente de su marido. Hace unos días resumió con dos frases sus sentimientos: «Fría Anabel y fría familia», que demuestran el abandono de los Pantoja a Bernardo. Junco pide ayuda y no la encuentra… se le cae el mundo encima».

Uno de los paparazzis que siguen el día a día de todo lo relacionado con Bernardo es Pablo «El Calvo», quien asegura a nuestro periódico que «mientras Bernardo estuvo en el hospital, tan solo iban a estar con él Junco, su supuesto hijo, Pinocho, y su tía Magdalena. Pocos más. Pero sus hermanos, Isabel y Agustín, ni se acercaron al centro sanitario. Y su hija Anabel acudió varias veces, pero en un periodo muy corto de tiempo. Se fue a «Supervivientes» priorizando el concurso por encima del estado de su padre. Y desde que regresó de la isla solamente ha ido a verle una vez, y me han contado que apenas pasó una hora en su casa».

Bernardo Pantoja en una imagen de archivo
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La primera fuente vuelve a hablar y se lamenta de que «Anabel lleve casi todo el verano viajando con su novio Yulen de un lado para otro, y no tenga tiempo para estar con Bernardo. Sabe perfectamente que se encuentra mal, pero prefiere irse de juerga y divertirse, antes que preocuparse por su padre. Y eso que antes de marcharse a la isla, nos dijo que es consciente de la gravedad de su padre, pero, también, que tenía que le sucediera algo malo y le complicara el concurso. Eso no lo dice una hija que quiere a su progenitor».

Frialdad familiar

Pablo interviene de nuevo y es crítico al manifestar que «esa chica hace un paripé cuando dice que quiere muchísimo a Bernardo, si mira sus redes sociales apenas se encuentran un par de fotos del padre y la hija. A mí no me extraña lo más mínimo que Junco hable de frialdad familiar, es la pura realidad. Anabel es cierto que aportó una ayuda económica hace meses, pero únicamente sirvió para pagar dos meses a una cuidadora. Y ahora se está gastando miles de euros en múltiples viajes. Creo que hay un matrimonio amigo de Junco, unos vecinos suyos del barrio sevillano de El Tardón, que se pasa por su casa para echarle una mano en los cuidados de su marido. La pobre ya tiene setenta y muchos años y está muy agobiada por las circunstancias… Bernardo está en un momento muy crítico, ella quiere solucionarlo todo con dinero, pero debería dar más cariño a su padre. Eso es lo que él necesita y echa de menos. Pero, bueno, quizá Anabel no ha conseguido olvidar que su padre les abandonó a ella y a su madre hace muchos años. Y el rencor podría impedirle ser más cariñosa…».