Duras opiniones
Agrias críticas a Bertín Osborne por hacer caja con su exclusiva con su hijo
El cantante ha posado con su hijo 19 meses después de nacer y a quien casi no había visto, justo cuando Hacienda le reclama más de 800.000 euros
Bertín Osborne es nuevo diana de las críticas. Parece que su posado en exclusiva para la revista ‘Hola’ junto a su hijo con Gabriela Guillén no ha sentado muy bien. Es la primera vez que se muestra la cara del niño, 19 meses después de nacer, a la vez que es la primera vez que el padre dice querer ejercer como tal, después de un año y medio renegando públicamente. Siempre ha dejado claro que iba a responder en lo económico, pero no pensaba cambiar pañales a sus 70 años. Ha cambiado de opinión y ahora presume de hijo, Arian David, en el kiosco rosa.
El hecho de que haya pasado por caja para enmendar su error ha supuesto un tsunami de críticas para el artista. Ya presumió él meses atrás de jugar con su hijo, a lo que la madre le frenó y matizó que fue solo una tarde. Un solo día. Después, con el paso de los meses, ella reconocía que “le está viendo más”. Entre sus citas estaba una programada con el equipo encargado del reportaje para la exclusiva. Un gesto que él trata de hacer ver que es para dar su lugar al pequeño, mientras que otros le acusan de ser simplemente una fuente de ingresos.
Críticas a Bertín Osborne por su posado con su hijo
Bertín reconoce en su entrevista que “ejercer de padre es complicado a estas alturas de mi vida. El niño no tiene culpa de los errores que hayamos podido cometer los padres. Lo que quiero es darle normalidad a una situación que es complicada, pero ha pasado y asumo mi responsabilidad y mis obligaciones. Ahora ayudaré a que el niño tenga sus estudios y la mejor vida posible”. Eso sí, como viven en ciudades distintas, dice que “iré a verle cuando pueda”. Presenta a su hijo vía exclusiva para “dar normalidad a su situación” y por no esconderlo, una excusa que no ha convencido a todos, especialmente tras salir que Hacienda le reclama 865.601 euros.
Las redes se han llenado de mensajes, pero quizá no siempre sean el mejor escaparate, pues se incluyen insultos y descalificaciones de manera alegre. Más comedidos, pero mostrando el mismo punto de vista, son en los platós de televisión. Por ejemplo, en ‘Vamos a ver’ han analizado el reportaje familiar al detalle, así como a sus palabras. Para Alejandra Rubio lo positivo es que “se está dando su lugar a Gabriela y creo que se merece tener su lugar”. Eso sí, viene un “pero, de ahí, a hacerlo así y exponer a un menor con esta noticia… creo que podrían haberlo hecho de otra forma”.
Aquí le toma la palabra Kike Calleja, que plantea su duda de si “Bertín hubiera hecho esto si no tuviera los problemas económicos que tiene”, a la vez que echa en falta en la entrevista que el perdón a Gabriela Guillén “por todas las cosas que ha dicho de ella anteriormente”. Pero matiza que las fotos del reportaje son muy bonitas. Omar Suárez es de la opinión de que “posar con un bebé no es normalizar su situación”, más teniendo en cuenta que al final Bertín lo que aclara es que reconoce a su hijo, que pagará lo que el juez ha estipulado como manutención y que le verá cuando pueda algún fin de semana. Quizá la situación ya estaba normalizada y no hacía falta la exclusiva. “También se podría haber dejado fotografiar paseando con el carrito del bebé en la calle”, propone Kike Calleja el mismo gesto sin cobrar.
Alexia Rivas quiere recordar cómo Bertín Osborne se enfadó a su llegada a Sevilla con un reportero por preguntarle sobre su relación con Gabriela Guillén y sus reproches sobre su hijo: “Ha sido muy desafortunado últimamente. Ha sido muy desagradable con la prensa rosa en la calle, porque no le ponen un cheque por delante”. A lo que Sandra Aladro defiende al artista: “¿Tú trabajas gratis?” y pide que se “deje de cuestionar a la gente que hace las cosas cobrando”.
Un detalle que ha llamado la atención a Alejandra Rubio es que “Bertín Osborne quiere conocerle y ejercer de padre, pero en ningún momento en la entrevista dice que es su hijo, siempre se refiere a él como el niño, con el niño, el niño no sé cuánto, pero nunca dice mi hijo”. Un punto en el que coincide con Sandra Aladro, que reconoce que ese lenguaje evidencia que “efectivamente aquí falta mucho apego, falta mucho vínculo, que si sigue por este camino lo terminará teniendo. Pero sí dice que es el padre, aunque no le salga decir que es su hijo”.