Perfil

Antonio Tejado: la obsesión sexual del preso más famoso de España

"Era incapaz de estar con una sola pareja, le gustaba ser infiel con mucha frecuencia", cuentan a LA RAZÓN

Su obsesión por el sexo es, sin lugar a dudas, una constante en la vida de Antonio Tejado. Las infidelidades, el trasiego por los clubes liberales con intercambio de parejas, tríos y orgías como «leit motiv» o las videollamadas con mujeres a las que motivaba para autosaciarse sexualmente marcan ese pasado. De hecho, el ahora preso más famoso de España, cuando fue detenido por la Guardia Civil en su casa de madrugada, fue sorprendido manteniendo una conversación telefónica subida de tono.

José M., una persona que conoce bien al personaje, desvela a LA RAZÓN que Antonio vivía por y para el sexo. Era incapaz de estar con una sola pareja y le gustaba ser infiel con frecuencia. «Necesitaba ejercitar, afirmaba, el pajarito». La ausencia de sexo le provocaba nerviosismo. «Hoy vemos a Samara, su última novia, visitándole en la cárcel. Pobrecita, no sabe de la mitad la media. O se hace la tonta o es una desinformada», advierte este testimonio.

En una ocasión, según asegura Luisi Segovia, excompañera de Tejado en televisión, «una presentadora estaba tranquilamente arreglándose en su camerino y de repente apareció Antonio, se bajó los pantalones y le pidió que le hiciera una felación. Ella le echó inmediatamente del camerino».

Y uno de sus vecinos añade: «Por aquí se le ha visto entrar en el edificio con varias chicas distintas. Él se pavoneaba de que ligaba mucho, le gustaba airear sus conquistas. Y eso que sabíamos que tiene pareja, pero él no se cortaba al contar sus infidelidades, disfrutaba haciéndose el machote».

Dos colaboradoras del programa «Espejo público», de Antena 3, Pilar Vidal y Gema López, inciden en este asunto recordando algunas anécdotas. La primera descubre que «Tejado tenía por costumbre enviar fotografías eróticas a sus compañeras de trabajo», mientras que la segunda recuerda que a todas les preguntaba «¿quieres que te enseñe el tiburón?», refiriéndose a un tatuaje de ese pez que lleva en una zona muy específica de su cuerpo.En septiembre de 2023, una ex del protagonista de esta historia, Candela Acevedo, llegó hasta el juzgado de Sevilla. En la entrada explicaba que «denuncié a Antonio porque se dedicó a difundir vídeos íntimos míos. Y le han condenado a seis meses y medio de prisión y a una multa de seis mil euros». La joven enfermera ha necesitado terapia para superar la humillación de verse expuesta públicamente. Existen más testimonios que, de forma anónima, corroboran la obsesión sexual de este hombre al que además definen como «mentiroso compulsivo».