Contundente
Carmen Borrego da portazo a su hijo tras sufrir un ataque de ansiedad
Se ha cansado de recibir golpes y reproches. Ya no va a suplicarle más y ha tomado una drástica decisión para protegerse del sufrimiento
Cada vez se atisba más complicado reconducir la relación entre Carmen Borrego y su hijo, José María Almoguera. Sus diferencias son muchas y mientras ella tiende puentes para recuperar el favor de su hijo, él parece estar disfrutando mucho lejos de su amparo, con una nueva proyección profesional como personaje público. Ya está rentabilizando su imagen, así como los trapos sucios familiares, lo que ha terminado por destruir a su madre, además de alejarle del resto de miembros del clan, especialmente de su prima, Alejandra Rubio. También de Terelu Campos, con la que pocas palabras han cruzado, siempre en respuesta a mensajes de ella. Ante este panorama, tras una nueva remesa de reproches públicos de su hijo diciendo que “no confío en ella”, Carmen regresaba al plató de ‘Vamos a ver’ tras unos días ausente y tras haber sufrido incluso un ataque de ansiedad por toda esta delicada situación.
“Cuando algo te llega tanto al corazón debes enfriarte antes de hablar. Mi madre me dijo ‘Carmen tú tienes que dejar de sufrir’, que es una frase que ella me repitió”, responde la colaboradora a Joaquín Prat ante la pregunta de cómo se encuentra ante los nuevos ataques de su hijo, que no negó al menos que quería a su madre. Carmen Borrego ha tomado una decisión en firme respecto a su hijo, pues ha entendido que ha llegado el momento necesario para protegerse y cumplir con el consejo que le daba María Teresa Campos cuando discutió con su hijo años atrás: va a ser feliz, va a dejar de sufrir. Esto pasa por dejar que su vástago vuele por sí mismo, que tome sus propias decisiones y que se equivoque, si debe hacerlo.
“La distancia la pone él… poner distancia a un hijo es complicado. No me gusta que nadie me juzgue como madre y yo no le voy a juzgar como hijo. No lo está haciendo bien. Le deseo lo mejor, felicidad. Ha llegado el momento de que yo pase a otro plano”, anuncia tras haber meditado lo sucedido en los últimos días y verse en casa encerrado víctima de ataques de ansiedad. Y todo por las nuevas pretensiones económicas de su hijo, como así señaló la propia Alejandra al apuntar que José María Almoguera ahora tan solo se mueve por un interés económico, de ahí que esté sacando rendimiento a su enfrentamiento familiar. También de sus apariciones estelares en eventos públicos, posando en el photocall y respondiendo sonriente a los reporteros a los que días antes esquivaba en plena calle. “Yo no quiero atacar a nadie”, esquiva la pregunta Carmen a si su hijo tan solo está buscando elevar su economía como dice su sobrina. Prefiere no opinar y confía en que su hijo no mienta cuando dice que no es así.
Pero no solo José María Almoguera ha salido en la conversación en el regreso de Carmen Borrego al plató de ‘Vamos a ver’. También se ha puesto sobre la mesa de debate a su nuera, Paola Olmedo, aunque ella misma no sabe muy bien qué papel desempeña ella en su vida: “No tengo claro si es mi nuera o mi exnuera, jamás he ido contra Paola. Yo ni he tenido ninguna movida con ella”. Aun así, la pareja sigue empeñada en señalarla como la culpable del fracaso de su historia de amor, como así mantienen en sus exclusivas: “No se puede hacer responsable a nadie de romper un matrimonio, eso pasa porque no hay sentimientos suficientes. Mi matrimonio tiene los cimientos fuertes. Yo no permitiría jamás que mi marido me dijera cómo tengo que actuar con mi familia. Ese es un error de base. Si no quieres a mis hijos no me quieres a mí, no me siento responsable de nada”, se mantiene firme.
Eso sí, Carmen Borrego zanja el tema reconociendo que sí es responsable de la actitud de su hijo, en el sentido de que hasta ahora no le había puesto los límites necesarios. Ahora está pagando las consecuencias: “Esto no es un problema que venga de ahora, sino que hay veces que no ponemos límites. Yo con mi hijo he tenido otros problemas y yo había tenido que haber dicho basta y no lo hice”. Aun así, le ha ofrecido lo mejor a su hijo y éste parece que no ha sabido valorarlo. Ya es tarde, su madre se repliega y cambia de estrategia para no sufrir más: “No voy a suplicar, no creo que deje de quererlo nunca. Las cosas en la vida tienen un límite. No confiar en mí es no conocerme, ni entender todo lo que he hecho por él. No tengo que pedir perdón como madre. Creo que ha habido una gran falta de comunicación”.
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