
Espectacular robo
Juicio en París por el atraco a Kim Kardashian: la banda de los "yayos" ante la justicia
El mediático caso revive el espectacular robo de seis millones de dólares en joyas a la estrella estadounidense en 2016

Esta semana, París se convierte en el escenario de un juicio que podría haber sido el guion de una película de Scorsese: el proceso contra la llamada "banda de los yayos", un grupo de veteranos atracadores acusados de robar a Kim Kardashian joyas valoradas en seis millones de dólares.
El atraco, ocurrido en la madrugada del 3 de octubre de 2016, conmocionó al mundo entero. Kardashian, que se encontraba en la capital francesa por la Semana de la Moda, fue sorprendida en su suite del exclusivo distrito VIII por dos hombres enmascarados. Solitaria, vestida apenas con un albornoz de seda, la estrella del reality "Keeping Up with the Kardashians" fue amordazada, atada y encerrada en el baño, mientras los asaltantes saqueaban su habitación.
Un diamante de 20 quilates
"¡Tomen todo, por favor! ¡No me maten, tengo hijos pequeños!", imploró entre lágrimas la celebridad estadounidense. La escena, digna de un thriller psicológico, terminó con la desaparición de collares, brazaletes, pendientes y, sobre todo, el anillo de compromiso que su entonces marido, Kanye West, le había regalado: un diamante de 20 quilates valorado en más de cuatro millones de dólares.

Diez acusados se sientan ahora en el banquillo. La mayoría, ya sexagenarios en el momento del atraco, merecieron el apodo mediático de "papys" o "yayos". Entre ellos destaca Aomar Aït Khedache, alias Omar el Viejo, presunto cerebro de la operación: un delincuente argelino de largo historial criminal, famoso por su inteligencia y métodos meticulosos. Vivió incluso en España antes de ser arrestado gracias a rastros de ADN hallados en la escena del crimen.
La investigación destapó una planificación casi de manual: información privilegiada proporcionada presuntamente por un chófer de la estrella, vigilancia discreta y una ejecución rápida y brutal. Uno de los cómplices, Yunice Abbas, incluso ha publicado un libro relatando el golpe, no sin ironía: durante la huida en bicicleta, dejó caer accidentalmente parte del botín, incluida una cruz de diamantes valorada en 29.000 euros que más tarde recuperó una vecina.
Kim Kardashian, según han confirmado sus abogados, comparecerá como testigo el próximo 13 de mayo, coincidiendo en los focos mediáticos con otro juicio muy esperado: el del actor Gérard Depardieu por presuntos abusos sexuales.
A día de hoy, buena parte del botín sigue desaparecido. Se rumorea que las joyas podrían haber sido vendidas en Amberes o, quizá, escondidas a la espera de un retiro dorado. Como todo en este caso, entre la realidad y la leyenda, queda un amplio margen para la especulación.
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