Familia
Julián Contreras Jr. y el "síndrome del terapeuta infantil"
Algunos niños se convierten en una muleta para sostener a sus padres. El coach es un fiel reflejo de este trastorno psicológico
Julián Contreras Jr., que era muy joven cuando falleció su madre Carmina Ordóñez, tuvo que pasar un calvario tanto antes como tras su muerte. Le tocó lidiar con las adicciones y los reincidentes malos tratos que sufrió su progenitora. Además, según ha declarado recientemente en un programa de televisión, no contó en su momento con el apoyo que hubiera sido lógico esperar de ninguno de sus hermanos mayores, Francisco y Cayetano Rivera, nacidos de la relación de Carmina con Francisco Rivera «Paquirri». Según reveló Gema López en el programa de Susanna Griso, fue Contreras quien costeó el exclusivo tratamiento al que se sometió su madre para intentar superar sus adicciones. Por entonces, Julián era menor de edad y utilizó para ello parte de la herencia de su abuelo, que había fallecido, pidiendo, claro está, consentimiento a su padre. Asumió la «figura paterna» para proteger hasta el final a «la divina».
Pero ahora, su vida de protección a los demás no es muy diferente. A sus 37 años, vive volcado en cuidar a su padre. El segundo esposo de Carmen Ordóñez, Julián Contreras, padece una severa enfermedad degenerativa desde hace nueve años y cada día que pasa su situación empeora. «Hemos hecho un matrimonio de padre e hijo y estamos viviendo una vida compartida, lo cual para mí es una suerte. Es mi padre, mi amigo, mi compañero», explicaba hace poco en televisión.
Más allá de la bondad o responsabilidad individual de cuidar de los tuyos, la figura que representa el coach y orador, como él mismo se define en su perfil en las redes sociales, tiene un nombre en terapia: el síndrome del «terapeuta infantil». A veces sucede que una familia es disfuncional y los roles de todos se invierten. Es entonces cuando el niño se convierte en padre de su padre. Es el caso de progenitores que se encuentran en graves dificultades psicológicas, tras un duelo, un divorcio, una depresión o cualquier otra herida profunda ligada a un trauma previo. El padre se apoya en el niño e inconscientemente le pide que repare sus heridas. «La relación entre padres e hijos se transforma cuando el padre o la madre no logran gestionar su sufrimiento durante un largo período de tiempo y colapsan», según explica Bruno Clavier, psicólogo clínico, psicoanalista y autor del libro «Estos niños que quieren curar a sus padres».
Es el fiel reflejo de la vida de Julián Contreras Jr., ahora volcado en su padre. Ambos han dado un cambio de rumbo en su vida y han decidido mudarse a Cuenca. Todo ello por un motivo: dejar atrás la complicada situación personal y profesional que estaba atravesando e iniciar con nuevos proyectos, además de alejarse del foco mediático. Protección, una vez más.
Aislado en Cuenca
Aunque durante días estuvo negando su mudanza a la localidad conquense de Villar de Cañas, finalmente, terminó por hablar abiertamente de esta nueva etapa. Lo hizo en su canal de YouTube y Twitch, donde cada día conversa con sus seguidores de temas muy diversos y que se ha convertido en su fuente de ingresos actual. Además, ha salido a la luz que el también escritor de novelas eróticas ha rechazado su participación como colaborador en el programa de Sandra Barneda, «Así es la vida».
A pesar de haberse mudado a Cuenca, Julián Contreras todavía tiene asuntos que resolver en Madrid. Entre ellos, el pago de cerca de 30.000 euros que su excasera, Aránzazu, le reclama. No piensa parar hasta recuperar el dinero que, siempre según su versión, le debe. Pero, hasta que esto ocurra, ésta ha tomado una drástica decisión. Tal y como ha informado «Así es la Vida», la excasera tiene a la venta objetos que pertenecieron al hijo de Carmina Ordóñez en plataformas de segunda mano como Wallapop y Vinted.
Entre ellos, destacan una máscara de disfraz por cinco euros; un escritorio por 70; guantes de boxeo usados por 20. Además, también habría puesto a la venta otro tipo de objetos de mayor valor como un sofá por 350 euros y una grabadora por 90 euros. En total, Aránzazu habría recaudado más de 500 euros de los objetos que el empresario dejó en su anterior hogar. Una cantidad muy alejada del total que Contreras Jr. presuntamente le ha dejado pendiente. Bien por su situación emocional, bien por su economía, siempre está en la palestra.
Vetado por Fran Rivera
Según comentó en su visita al plató de «¡De Viernes!», una de las razones por las que Julián Contreras Jr. no se prodiga como le gustaría por los medios de comunicación descansa sobre el veto que le habría impuesto su hermano Francisco Rivera Ordóñez. «Yo siempre quise trabajar en este mundo y mi hermano me vetó en muchas productoras. Él desprecia todo esto y a todos los que se dedican a esto», declaró. Esta postura fue desmentida tajantemente por la periodista Ángela Portero, que le recordó su paso por el programa «Gran Hermano VIP», así como varias entrevistas previas en espacios de «prime time». Según Julián Contreras, Francisco Rivera «necesita crear un malo» para «distraer la atención de los problemas que hay en su vida», y que tiene «la sombra eterna de ser una persona incapaz de mantener una relación monógama, y está siempre perseguido por los rumores», lo que explicaría su veto en los medios.
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