Divorcio
Kiko Rivera vuelve a la casa familiar tras su ruptura con Irene Rosales
El DJ ha sido visto entrando esta misma mañana al domicilio, una visita que se produce en medio de los rumores de que su ex ha encontrado una nueva ilusión
Ha pasado casi una semana desde que se dio a conocer que Kiko Rivera e Irene Rosales ponían fin a su relación tras 11 años compartiendo sus vidas, 9 de matrimonio y 2 hijas en común. Desde entonces, el DJ ha estado en paradero desconocido tras ser visto abandonando el que hasta ahora había sido su domicilio familiar, cargado de maletas y sus enseres.
Su localización es un misterio, aunque se especula que podría haberse quedado en casa de un muy buen amigo suyo, teniendo en cuenta que su relación con su familia está totalmente rota y que la única con la que no ha terminado como el rosario de la Aurora, su prima Anabel Pantoja, vive en Canarias.
Tras casi una semana alejado de los focos, Kiko Rivera ha vuelto a dejarse ver este martes a primera hora de la mañana, sobre las 9:30, entrando a la vivienda en la que permanecen sus hijas y su exmujer.
El hijo de Isabel Pantoja y Paquirri ha ocultado su rostro bajo el casco de la moto que conducía y ha evitado conceder declaraciones a los reporteros de la agencia Europa Press que hacen guardia en la puerta de la casa.
Una visita a Irene Rosales y sus hijas que seguramente aprovechará para coger más pertenencias, y que da buena muestra de que la separación se ha producido de mutuo acuerdo y sin más tensiones de las que conlleva una ruptura.
De hecho, en las últimas horas se ha publicado que ya podrían haber llegado a un acuerdo de divorcio, una pronta resolución que vuelve a demostrar el buen entendimiento que, pese a la ruptura, hay entre Rosales y Rivera.
Ni siquiera parecen haber afectado a su armonía los rumores que apuntan a que Irene podría haber recuperado la ilusión en el amor con su entrenador personal, un hombre cuya relación habría traspasado los límites de lo profesional. Es más, hay quien dice que ha sido este apuesto deportista el que “ha abierto los ojos” a Irene en más de una ocasión sobre su matrimonio con Kiko, haciéndole ver que ha soportado cosas que no deberían ser normales en una relación.
De momento, no se ha confirmado que sean algo más que buenos amigos, pero sí está claro que el chico se ha convertido en un pilar fundamental para Rosales tras su separación. “En los últimos tiempos la ha apoyado bastante durante las crisis y los problemas personales que ha tenido. Se siente cómoda, a gusto, se desahoga con él. Es alguien importante en su vida. Que luego desarrollen algo más, no lo sé. Igual que tiene a este chico, también tiene más amigos”, apuntan desde el programa “TardeAR”.