Caída de seguidores
Lola Lolita, entre el lujo y el linchamiento digital
La influencer alicantina, con más de diez millones de seguidores, se enfrenta a una de las crisis de imagen más virales del año tras su polémica participación en la serie "21 Días Entre Millonarios". ¿Actriz o villana accidental?
Lola Lolita, una de las creadoras de contenido más seguidas de España, ha sido sentenciada sin derecho a réplica. O, al menos, así lo sintió ella cuando las redes estallaron tras su aparición junto a Leto en el documental "21 Días Entre Millonarios", dirigido por Nil Ojeda. En el episodio, Lola pronunció la frase que desencadenaría la tormenta: "¿Me voy a quedar sin un Dior por darle un bolso a Leto? Soy materialista. Ahora quiero un Louis Vuitton y un pañuelo”.
El comentario, entre risas y estética de reality, incendió TikTok, X y demás plataformas. Las acusaciones no tardaron: "clasista", "egocéntrica", "desconectada de la realidad". La viralidad hizo el resto. Mientras su compañera Leto contenía la mirada, el juicio público ya estaba en marcha. ¿La consecuencia? Miles de seguidores menos y un alud de mensajes que la obligaron a hacer lo que muchas estrellas digitales temen: romper el silencio.
Defensa clara
"Estoy muy mal", confesaba Lola en un vídeo publicado entre lágrimas. "Entiendo que mi actitud cause rechazo. Me dio hasta asco a mí misma verlo", admitía con una honestidad desconcertante. Su defensa fue clara: no era ella, era un personaje, una interpretación forzada por el formato. Pero el matiz se perdió entre los gritos de una audiencia ya encendida.
"Ha sido una cagada garrafal. Pero de todo se aprende", continuaba en otro clip, decidida a retomar el control de su narrativa. La joven influencer, que comenzó en redes siendo apenas una adolescente, reflexiona ahora sobre el precio del foco: "No voy a seguir llorando. No voy a darle ese gusto a la gente que me tiene tantas ganas".
En un TikTok publicado de madrugada, mostraba sus ojos hinchados tras días de ataques. "Ojalá todo ese odio sirviera para algo realmente importante", decía con amargura. Y, pese a todo, dejaba una promesa en el aire: seguir adelante. En el mundo vertiginoso de las redes, donde el amor es efímero y la crítica eterna, Lola Lolita se enfrenta a su capítulo más humano.