Pareja sorpresa

Mar Flores y el empresario que conquista sus días de verano

La modelo y empresaria disfruta en Ibiza de la complicidad de Nicolás Corrochano, un atractivo profesional del marketing digital con el que comparte confidencias y miradas

Mar Flores con vestido veraniego.
Mar Flores con vestido veraniego.@marflores_mar

Mar Flores vuelve a ser protagonista de la crónica social, esta vez lejos de alfombras rojas y pasarelas, y bajo la luz del final del verano ibicenco. La modelo, que hace apenas unas semanas disfrutaba de la isla junto a su hijo Carlo, la pareja de este -Alejandra Rubio- y su nieto, ha regresado al Mediterráneo acompañada de un nuevo nombre que empieza a sonar con fuerza en los círculos más selectos: Nicolás Corrochano.

La revista "Lecturas" ha publicado en exclusiva las imágenes de su escapada, en las que se aprecia la cercanía y complicidad entre ambos. Besos discretos, abrazos prolongados y confidencias entre las olas hablan de una relación que va más allá de una simple amistad. En la arena, la pareja se muestra relajada, disfrutando de la intimidad que les brinda el final de la temporada turística, cuando la isla recupera cierta calma tras los meses de bullicio.

¿Quién es Nicolás Corrochano?

Lejos del circuito mediático en el que se mueve habitualmente Mar, este empresario de marketing digital ha construido un perfil cosmopolita. Habla cinco idiomas, ha vivido en Francia y Bélgica -país donde su empresa arrasa- y ahora trabaja en consolidar su negocio en España. Su porte elegante y la discreción con la que se mueve en sociedad parecen haber conquistado a la modelo, que en más de una ocasión ha confesado valorar la serenidad y el equilibrio en sus relaciones personales.

No es la primera vez que los caminos de Mar y Nicolás coinciden en Ibiza. Ya el pasado verano se les vio compartiendo mesa en un chiringuito de la isla, aunque entonces la aparición pasó más desapercibida. Este año, las imágenes publicadas muestran a la pareja con un vínculo más evidente, disfrutando de la libertad del mar y de la complicidad que ofrecen los pequeños gestos: una mano en la espalda, una sonrisa sostenida, un beso que surge con naturalidad.

A sus 55 años, la empresaria, que alterna su vida familiar con un perfil profesional consolidado en el sector de la moda y la belleza, afronta una nueva etapa vital en la que el amor vuelve a tener un papel protagonista. Ibiza, una isla que ha sido testigo de tantos romances y secretos de celebridades, vuelve a ser escenario de una historia que, sin necesidad de grandes titulares, habla de complicidad, compañía y de un verano que se resiste a despedirse.