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Más madera, es la guerra

Es el grito de Groucho en «Los hermanos Marx en el Oeste». Una escena mítica

Pedro Sánchez
Pedro SánchezAfpAfp

Es el grito de Groucho en «Los hermanos Marx en el Oeste» mientras Chico y Harpo despedazan el tren para alimentar de madera la locomotora. Una escena mítica. Al fin, el Apolo de la Moncloa ha decidido echar más madera al rearme como le exigen los Hermanos Cruzados de Occidente: alcanzará el 2% de gasto en Defensa este mismo año. Un plan de 10.500 millones. Pero Él no habla de rearme, sino de inversiones en Seguridad y Defensa. Habla de un plan para hacer una España «con más industria, con más empleo, con más justicia social, con más cohesión territorial, con más innovación tecnológica y con más seguridad». Eso dice. O sea, que ya solo necesitamos la llegada de la III Guerra Mundial o del Apocalipsis para que nuestra querida España alcance nivel de superpotencia económica plena de bienestar y justicia social. Ni una Miss Universo recién coronada se atrevió jamás a tanto en sus deseos de amor y felicidad para el mundo.

Si nos armamos, «lo hacemos no para atacar a nadie, sino para disuadir a aquellos que estén pensando en atacarnos a nosotros o a Europa», dice el Apolo. Para disuadir, nada como lo que contaba Gila en su particular guerra: enviar al frente soldados con la única misión de insultar ferozmente al enemigo. «No matan a nadie, pero desmoralizan bastante», remataba Gila. Leo: «La compra de 15 millones de balas a Israel abre una nueva crisis en el Gobierno». Al rojerío profundo se le ha erizado el lomo y amenaza con el fin de las alianzas. ¿Por ser balas o por ser judías? Por Dios, no vamos a matar a nuestros futuros invasores con las mismas balas que matan palestinos. Además, quizá nos invadan masacrándonos solo lo justo para solucionar de raíz el problema de la vivienda: si somos menos…