Sus versiones no cuadran

Las mentiras económicas de Antonio Tejado no tienen límites

El sobrino de María del Monte ha colado alguna que otra mentirijilla al juez. Sobre todo cuando hablaba de su situación económica

Antonio Tejado llega a los juzgados para declarar ante el juez
Antonio Tejado llega a los juzgados para declarar ante el juezGtres

Las incongruencias de Antonio Tejadole están dejando como un mentiroso compulsivo. Lo último no tiene desperdicio: en su declaración del pasado viernes ante el titular de la sala 16 de los juzgados de Sevilla aseguró que no tiene dinero, que vive al día y no cuenta con recursos económicos para llevar la vida de lujos que le han achacado algunos medios de comunicación. Pero, por la boca muere el pez: el 30 de noviembre, tres meses después del robo en la casa de su tía, María del Monte, la Guardia Civil le había pinchado el teléfono y escucharon una conversación entre el sobrino y su tía en la que el primero contaba a la segunda que “tengo tela de dinero”.


¿Dónde ha escondido ese dinero y cómo lo había conseguido si no trabajaba? María se extrañó al escucharle, porque estaba al tanto de que Antonio se encontraba en paro. No era cierto, según nos dice uno de los camareros del negocio familiar, que el ex de Chayo Mohedano ayudará en el bar de su madre y de su hermano. “Por aquí no se le ha visto trabajando”, manifiesta nuestra fuente, dejando como mentiroso al hijo de su jefa, quien contaba a todo el mundo que sus ingresos venían de su labor profesional diaria en el local.

Antonio Tejado, a su llegada a declarar ante el juez
Antonio Tejado, a su llegada a declarar ante el juezGtres


Además, su amigo y presunto compinche, “El ruso”, también le ha dejado como un mentiroso al aclarar que no es cierto que Tejado estuviera, como el sobrinísimo dejó entrever, dedicado plenamente a su familia, sino que lleva una vida marcada por las juergas nocturnas. El boxeador de origen ruso es íntimo amigo de Antonio, compañero de gimnasio y de fiestas, y conoce perfectamente el tipo de existencia que lleva el hoy encarcelado en la prisión de Sevilla 1. Y desde luego no es un ejemplo de perfección.