Tras su divorcio, Emily Ratajkowski transformó su anillo de compromiso en dos anillos, uno para el meñique. Se conoce como pinky ring y, poco a poco, se va convirtiendo en un símbolo de poder femenino. No es una estrategia de marketing más, al estilo de las camisetas, bolsos tote y gorras que se lucran exprimiendo la idea de empoderamiento.

El dedo meñique en quiromancia se asocia con Mercurio, el planeta de la comunicación. Un anillo en él transmite inteligencia, ingenio o persuasión. Sin embargo, el significado que le están dando las celebridades va más allá. Denota autonomía y libertad, especialmente después de una ruptura dolorosa. Cada vez más lo lucen mujeres que quieren mostrar con orgullo sus fortalezas. Hailey Bieber, quien acaba de vender su marca de cosméticos por mil millones de dólares, también lo lleva con frecuencia. En otro contexto, también Meghan Markle, inspirada en la princesa Diana, que también llevaba una piedra en el meñique.

¿Por qué el dedo meñique?

Históricamente, es un signo aristocrático. Algunos nobles europeos mostraban con él su linaje o escudo familiar. También era utilizado para estampar firmas o sellos oficiales. De hecho, en el Reino Unido aún no ha perdido del todo esta tradición. En todo caso, hablamos de un territorio masculino. De ahí la importancia que tiene para estas mujeres reivindicarse llevando una joya en ese dedo meñique. Para ellas significa reapropiarse de una prerrogativa reservada a los hombres.

En Francia, durante mucho tiempo, la tradición dictaba que en las familias de la nobleza, solo el primogénito y heredero del título nobiliario podía llevar esta insignia en el meñique, con una pequeña corona que le distinguía de sus hermanos menores. Ahora son las mujeres las que han querido recuperar el aura de poder y los joyeros responden con asombrosos diseños, con diamantes o versiones modernas de los viejos anillos con sello.

La firma Bangla Begum, por ejemplo, ha creado el anillo Boob, con forma de pecho, que ha resultado todo un éxito de ventas. Su diseñadora, Fanny Boucher, explica en la página web de la marca: "Todo comenzó con el deseo de crear un anillo de sello para burlarse (suavemente) de quienes lo usaban. Pero se ha convertido en mucho más que eso. El anillo Boob es un símbolo, un talismán, una pieza de joyería muy especial que mujeres y hombres llevan con intención. La gama de anillos para el meñique es, por lo tanto, más que variada y permite que cada uno encuentre el anillo que le sienta bien, y también el simbolismo que desea añadirle".