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Sorprendente

La última decisión de Isabel Preysler tras su ruptura con Vargas Llosa

La socialité se ha centrado en sí misma y en los preparativos de la boda de Tamara Falcó

Isabel Preysler posa a su llegada al Teatro Rea Europa Press

Isabel Preysler acaba de cumplir 72 años y ha comenzado esta nueva edad estrenando soltería. A finales de diciembre, la socialité y Mario Vargas Llosa rompían su relación después de 8 años de amor y, a partir de ese momento, comenzaban unos meses turbulentos para ambos, envueltos en constantes polémicas sentimentales.

Parece ser que el peruano se ha reconciliado con Patricia Llosa, su exmujer y madre de sus hijos. Ambos confirmaron su acercamiento cuando asistieron todos juntos a París para acompañar al Premio Nobel en uno de los días más importantes de su vida y de su carrera profesional. Nadie quiso perderse el nombramiento de Vargas Llosa en la Academia Francesa y su exmujer no se separó de él en ningún momento.

Mientras tanto, Isabel Preysler, después de unas semanas en el foco mediático tras filtrar la carta que le envió Patricia Llosa cuando empezó su relación con el peruano, ha dejado que las aguas se calmen y ha querido centrarse en la organización de la boda de su hija Tamara Falcó, uno de los eventos del año de la crónica social. La socialité está de lleno metida en los preparativos del enlace matrimonial que será el 8 de julio en la finca de ‘El Rincón’.

Vargas Llosa ha tenido últimamente una historia con Isabel Preysler sin final feliz pero con una consecuencia positiva y es que la relación con Patricia su mujer se ha restablecido con nuevo ímpetuJ. L. CereijidoAgencia EFE

Y ahora, parece ser que ha tomado una importante decisión después de cumplir años, Y es que, el lunes, tras su aniversario, entró a su casa un coche privado en el que se podía leer “Entrenador personal a domicilio”. Isabel Preysler podría haberse tomado en serio el deporte y, a lo mejor, ha optado por entrenar para ponerse en forma y estar radiante el día de la boda de Tamara Falcó. Seguramente, la socialité se haya impuesto una rutina de comidas, que, alternando con el deporte, cumpla sus objetivos físicos.

Solo quedan cinco meses para que Tamara Falcó e Íñigo Onieva pasen por el altar y todos están muy involucrados en los preparativos. Una de las mayores preocupaciones para Isabel Prysler es el vestido que lucirá en el enlace de su hija, ya que no quiere robarle protagonismo en el día más importante de su vida. ¿Habrá contratado a un entrenador personal porque ya tiene elegido el look con el que sorprenderá a todos los asistentes en el evento?

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