
Opinión
El diario de Amilibia: A por el brazo incorrupto
Así como pensó en tirar la toalla, el Apolo de la Moncloa parece que también analizó otras opciones que aún tiene en cuenta

Hay un curioso debate entre Pilar Alegría, también conocida como la Pinocha aragonesa, y la Yoli, la vicetiple que va al Congreso, llora y triunfa. Pilar dice que «somos conscientes de que la corrupción cero no existe», y la Yoli resalta que «tolerancia cero contra la corrupción supone también que digamos que la corrupción cero existe».

Debate bizantino sobre el sexo de los ángeles ahora que el Apolo de la Moncloa ha bajado de su Olimpo con las tablas de los quince mandamientos, la IA y los algoritmos para radiografiar contratos y comisiones y colocarnos a la vanguardia de Europa, dice, en la lucha anticorrupción. Así como pensó en tirar la toalla, parece que también analizó otras opciones que aún tiene en cuenta: la peregrinación del Gobierno a Fátima para colgar en la cueva el exvoto de la foto del Peugeot, cursillos de cristiandad impartidos por Tamara Falcó y hacerse definitivamente con el brazo incorrupto de santa Teresa.
Leo: «Sánchez anuncia un plan anticorrupción con listas negras de empresas». Acabáramos. Por fin el Apolo ha encontrado a los responsables máximos de la podredumbre de esta España de nuestros pecados: los empresarios, que seducen y corrompen a la soldadesca sanchista arrastrándola al infierno de Koldo, Ábalos y Cerdán. No se le ha aparecido ninguna Virgen, sí los diablos del maletín, los vampiros repartidores de mordidas. Ahora, a pintarle unos largos cuernos (con perdón), rabo y tridente a Antonio Garamendi y todo resuelto.
Mientras, Feijóo aspira a la gloria: su sueño de una noche de verano es, ha dicho, la mayoría absoluta, gobernar en solitario. Hombre, en solitario podrá hacer otras cosas, pero gobernar lo tiene complicado. Ha visto en Vox al diablo, pero aun así cuentan que le canta a Abascal por lo bajinis: «Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio».
✕
Accede a tu cuenta para comentar