¿A qué huele Macron? Los ministros contienen la respiración un instante antes de su llegada

La principal preocupación del presidente francés estos días es el arancelazo de Donald Trump y la respuesta más oportuna al presidente estadounidense. Y mientras pide unidad a sus homólogos europeos, Macron no descuida la imagen que quiere proyectar. Nunca lo ha hecho y, desde que está en el Elíseo ha encontrado en la fotógrafa oficial, Soazig de la Moissonnière, su principal aliada para construir su retrato político.

Buen ejemplo fueron las dos fotografías en blanco y negro descargando la presión del cargo sobre un saco de boxeo. Fueron publicadas en Instagram en 2024 por la artista y se interpretaron como un reflejo del deseo del presidente francés de endurecer su respuesta frente a las acciones de Rusia en Ucrania. Un año antes, La Moissonnière le había fotografiado descamisado encarnando una masculinidad sin complejos con su pecho cubierto de pelo.

"Huele a presidente"

El presidente francés ha creado su propia narrativa a través de la moda y otros símbolos con los que enseguida revoluciona a las redes sociales. El último detalle que ha trascendido de su coquetería lo ha plasmado el escritor y periodista Olivier Beaumont en su libro "La tragedia del Elíseo", que publica estos días la editorial Robert Laffont. En el capítulo noveno, titulado "Huele a presidente", el autor descubre que los colaboradores nunca se equivocan, saben al instante si el presidente se encuentra en el recinto.

El motivo es su generosidad en el uso del perfume, siempre en exceso. Quien conoce a Macron identifica fácilmente a qué huele: "un aroma floral y almizclado, tan refinado como potente", explica Beaumont. Este perfume es agua de colonia de Eau Sauvage, de Christian Dior. Según el autor, guarda frascos por todas partes, incluso en los cajones de su escritorio.

Es una fragancia mítica en Francia. "El absoluto de la elegancia francesa. Una composición con frescura icónica y un alma chic y juguetona", dice la firma en su web. Sin duda, el presidente francés se reconoce en esta descripción. Cuando alguien llega al vestíbulo de entrada, situado en el eje del Patio de Honor y los jardines del Elíseo, sabe inmediatamente si Macron ha pasado por allí.

"Así como Luis XIV hizo de sus perfumes un atributo de poder cuando desfilaba por las galerías de Versalles, Emmanuel Macron utiliza el suyo como un elemento de su autoridad en el Elíseo", escribe el autor. Olfativamente, dice que a veces llega a resultar cargante y menciona las palabras del exministro Stanislas Guerini recordando un Consejo de ministros: "Todos contuvieron la respiración durante unos instantes antes de su llegada".

El carácter sibarita de Macron no acaba en su sofisticada e intensa rutina perfumística. Beaumont dice que le encanta darse algún capricho a sí mismo y a sus invitados. Uno de sus agasajados más célebres es el rey Carlos III, quien le corresponde cada 21 de diciembre, día de su cumpleaños, con una botella de uno de sus mejores whiskies escoceses. El monarca británico y el mandatario francés transmiten en sus encuentros una gran complicidad, como dejaron ver en junio de 2024, con motivo las celebraciones del 80º aniversario del Desembarco de Normandía.