Triste adiós
Ana Rosa Quintana no puede evitar llorar al hablar de sus hijos en su despedida
La presentadora de 'El programa de AR' ha dicho adiós al público que le ha acompañado estos 19 años, con un mensaje cargado de emoción hacia sus hijos
El 25 de julio estaba marcado en el calendario televisivo por ser el día en el que Ana Rosa Quintana ocupaba por última vez el sofá de su programa y se despediría del público. Así ha pasado, pero la presentadora, entre lágrimas, ha logrado emocionar a todos con sus sinceras palabras de adiós, en las que ha reservado un importante hueco a su familia, especialmente a sus hijos, quienes han crecido viéndola cada mañana desde ‘El programa de AR’. Un adiós de lo más emotivo con sabor agridulce, pero que abre una nueva etapa para ella después de dos décadas siendo la reina de las mañanas, para probar suerte en las tardes como sustituta oficial de ‘Sálvame’.
Ana Rosa Quintana se ha despedido sin poder evitar las lágrimas y con la firme intención de dar su lugar a cada miembro del equipo que le ha acompañado durante estos años. Eso sí, no quería demasiados faustos para su último día, pues no lo considera apropiado y no tiene ánimo para festejos: “He pedido encarecidamente a Joaquín Prat que no quiero hacer nada, porque para mí ya es bastante duro irme”, comenzaba a pronunciar la presentadora ya con problemas para mantener la compostura por culpa de la emoción. Y es que en su mente se había colado un pensamiento que tenía a sus hijos como principales protagonistas.
“Cuando llegué aquí tenía un hijo mayor que estaba pasando su adolescencia y acababan de nacer los pequeños. Hoy tengo un hijo mayor que es un magnífico abogado y que ya pasa de los 30 y los recién nacidos, que tenían un mes y medio cuando empecé, se están sacando el carné y ya están en la universidad. He pasado un tercio de mi vida en este sofá”, confesaba la conductora de ‘El programa de AR’, que además ha reservado preciosas palabras de reconocimiento a algunas de las personas que le han acompañado por estos 19 años de andadura en las mañanas de Mediaset.
“Quiero acordarme de Maxim Huerta, de Óscar Martínez y de todas las personas que han pasado por aquí. Unos se han ido, otros han vuelto y otros han llegado, pero sobre todo gracias a este equipo. También al equipo de dirección, a Óscar que me aguanta a las siete de la mañana, a las siete de la tarde o por la noche, así es la vida en la tele”, reconocía con la emoción a flor de piel. “Siempre hay una primera vez en la vida y hay una última vez también para todo. Dicen que el ser humano tiene que contar historias para sobrevivir, hace 19 años abríamos por primera vez esta ventana. Nacimos un 10 de enero de 2005, era un día súper frío, un grado marcaba en el termómetro y hemos visto cómo ha ido cambiando el mundo”.
Pero no solo el mundo ha cambiado, también la propia Ana Rosa Quintana y el equipo que le ha acompañado este tiempo. Y al recordar esto, no ha podido contener una vez más las lágrimas, pues de nuevo nombraba a sus hijos y a los otros 60 vástagos que sus compañeros han traído a la vida estas dos décadas: “También ha sido la primera vez de nuestros hijos, de los míos… yo misma he renacido durante este programa y al renacer siempre se espera que te haga más fuerte. Si hay un trabajo en equipo es el de la tele. Una cosa es importante para que los programas funciones y es que nos tenemos que querer. En 19 años ha pasado de todo: bueno, malo y regular, pérdidas y ausencias. Hoy acabo una etapa, pero nace otra, esta persona con orgullo les dejará de decir ‘buenos días’, pero le voy a decir ‘buenas tardes’”, decía como broche final, dejando claro que después de unas merecidas vacaciones en su casa de Sotogrande se pondrá a limar los últimos detalles de su nuevo espacio, ‘TardeAR’.
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