
De viernes
Jorge Javier Vázquez y el drama de su radical operación de 16 horas: “Estaba todo el suelo lleno de sangre”
El presentador recuerda lo que salió mal en su paso por el cirujano, donde se remodeló todo el rostro. Hubo complicaciones y tuvo que volver a quirófano

Jorge Javier Vázquez es el invitado estrella de esta noche en ‘De viernes’ y ha comenzado el programa por todo lo alto. Su reencuentro con Lydia Lozano después de dos años sin verse las caras ha sido en formato susto. Él creyó oportuno asustar a su excompañera de ‘Sálvame’, quien lo recibió con un tremendo chillido. Aun así, hay muy buen rollo entre ellos y no parece que existan rencillas, aunque en una pequeña charla ha salido una mentira de ella y también una traición confesada por descuido de una tercera persona. Cosas de amigos.
Después de entrevistar a la colaboradora, intercambió papeles cuando entró al plató y fue recibido por Bea Archidona y Santi Acosta. Le tocaba el turno a él responder a las preguntas, siendo su cambio físico radical el motivo de su visita. Lo hace mientras justo se acaba de confirmar la cancelación de su última gran apuesta, ‘Gran Hermano 20’, que ya ha comenzado a desalojar la casa de habitantes anónimos. Quizá en un intento de reflotar el proyecto mientras lo finiquitan antes de Navidad, el presentador se confiesa sobre su comentadísima operación. Una por la que Lydia, nada más verle por primera vez en persona, le ha soltado: "Uis, pero si estás de lujo. Ya no pareces un meme".
Jorge Javier Vázquez y la remodelación de sus facciones
“Mi idea principal era hacerme solo el cuello, que lo veía muy mal. Llevo 30 años saliendo todos los días en televisión, no aguanto el verme en un plasma y no es lo mismo hacerlo a los 20, a los 40 o a mis 55 años”, confiesa el presentador el motivo por el que se animó a confiar de nuevo en las manos de un cirujano. Es muy coqueto y los años no perdonan, algo a lo que ha decidido combatir a golpe de bisturí. Cuadró su agenda para estar perfecto para el inicio de ‘Supervivientes’, pero el resultado que mostró no era el definitivo, el deseado.
El proceso de recuperación ha sido más difícil de lo esperado y se han presentado complicaciones. Algo que explicaba que usase gafas de sol en sus primeras conexiones: “El martes de madrugada, un día después, no podía dormir y me levanté con la cara llena de algo a punto de explotar. Estaba mi ex conmigo y no sabía qué hacer. Me tuvieron que volver a meter en el quirófano para drenar lo que había provocado la subida de tensión”, narra a sus compañeros de ‘De viernes’. De ahí la hinchazón que mostraba en su regreso: “Se me quedó la cara totalmente desfigurada, el ojo no podía ni abrir, un derrame tremendo, por eso salía con gafas de sol”.
Dice que él se veía bien, pero entendía el shock que provocaría y la reacción que vendría después. Algo para lo que se mentalizó: “Para mí fue complicado salir el día de ‘Supervivientes’, pero me di cuenta de la fortaleza y los años de terapia que llevo a mis espaldas. Sabía que se iba a liar, me hice mi burbuja y no provocarme así más dolor”. No es para menos, pues su cambio fue radical, tras haberse sometido a diversas intervenciones para pulir aparentes imperfecciones y dotar a su rostro de una mayor armonía y, sobre todo, juventud.
Para ello se hizo “una blefaroplastia en los ojos y un lifting en la cola de la ceja, que te levanta un poco. Me pusieron también botox en la frente para proteger las cicatrices”. Le sumó después un lifting en los labios, “que te levantan debajo de la nariz y parece que te has puesto labios”. En total fueron 6 horas de quirófano, a las que sumó más tarde en una segunda tanda otras 10 horas, para retocarse el cuello y la mandíbula. “Es una reconstrucción que no solo es estirar, también los músculos. Me veía la cara muy femenina”.
“Tenía hipertrofia glandular, que las tenía muy grandes la carótida y la submandibular. La noche que fui al hospital el 4 de agosto pensaba que iba a salir normal. Cuando me despierto con ese frío y la cara apaleada… escucho en la UCI que estaba todo el suelo lleno de sangre”, recuerda uno de los instantes difíciles por los que ha pagado su nuevo rostro. “He tenido mucha suerte de no ser guapo, porque así, poco a poco, he ido mejorando”, dice entre bromas con los colaboradores, antes de hacer un repaso simpático a sus grandes momentos televisivos.
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