De viernes

Jorge Javier Vázquez y Lydia Lozano se ven tras 2 años y le pilla en una traición en directo

El presentador y la colaboradora llevaban dos años sin mirarse a los ojos, a pesar de que viven cerca y trabajan en el mismo edificio. En su primer charla él acaba cayendo en una mentira de su amiga y una traición inesperada

Jorge Javier Vázquez y Lydia Lozano
Jorge Javier Vázquez y Lydia Lozano De viernes

Este viernes Jorge Javier Vázquez acude a ‘De viernes’ a hablar de su cambio físico. Uno al que se sometió hace unos meses y que causó sensación en las redes sociales. Muchos decían no reconocerle y otros recurrían al insulto, mientras el presentador explicaba que los resultados de la operación serían evidentes según pasase el tiempo. Pues ha pasado. Como el tiempo que lleva sin verse cara a cara con Lydia Lozano, con la que hace unos años compartía casi todas sus tardes en ‘Sálvame’. El destino les situó en bandos enfrentados y después de mucho tiempo, esta noche por fin se ha producido el encuentro.

Lydia Lozano dejaba su silla vacía en el plató, dado que aguardaba entre bambalinas a su excompañero. Antes actualizaba el estado de salud de su marido Charly, ingresado desde hace dos meses en el hospital por una bacteria que le ha afectado varios órganos. Esta semana se evidenció una leve mejoría con su subida a planta: “No news, good news, no hay noticias, pues es una buena noticia. No han aparecido nuevas bacterias y que una pueda estar muriéndose y la otra siga ahí, pero se está debilitando, pues para mí es maravilloso”, confiesa la periodista, sin esperarse el susto que va a recibir mientras habla.

El esperado encuentro de Jorge Javier y Lydia Lozano

Mientras la periodista explica los nervios que ha atravesado durante estos meses que ha estado al lado de su marido, Jorge Javier le acecha desde cerca. La cámara muestra cómo se aproxima a su víctima. El susto que se lleva Lydia es tremendo, a la altura del chillido que suelta. Al girarse y ver quién era el culpable de la fechoría se ha quedado helada, pero al ver al otro a carcajada limpia, termina por reírse ella también y abrazarle.

Cuando termina el abrazo, Lydia mira por fin a su excompañero a la cara: “Uis, pero si estás de lujo. Ya no pareces un meme. Se te ha bajado todo ya”, le suelta con toda la confianza de muchos años compartiendo alegrías y tragedias en ‘Sálvame’. “¡Cuánto tiempo, nos ha pasado de todo!”, le reconoce él, a lo que ella responde que sí, que han pasado muy mala racha, pero confía en que todo lo que esté por venir sea todo ideal: “Después de todo yo he vuelto aquí, a Mediaset España, lo echaba mogollón de menos, mogollón, mogollón, mogollón. Y te echaba mucho de menos a ti”.

Ambos confirman que, aunque no se han visto en dos años, hablan y tienen relación. Pero no surge el verse, aunque vivan en la misma ciudad y trabajen en el mismo edificio, aunque en distinto horario. Quizá sea por algo que recuerda Lydia, que un día dijo “una cosa trivial” sobre él en un programa y se molestó: “¡De mí no hables!”. Jorge Javier no quiere sacar trapos sucios, al menos no tan pronto, y esquiva la cuestión, aunque deja claro que se molestó porque “cuando yo llamo a alguien es porque te conté algo en plan colega, en plan amistad…”.

Zanjan este tema candente regalándose piropos y reconociéndose lo guapos que están mutuamente. Lydia Lozano presume que su belleza es natural, que no se ha operado, aunque recurre a tratamientos para potenciar su buena genética. Él sí reconoce que su secreto está en el bisturí y hablando de esto le pilló en un renuncio. Jorge Javier Vázquez se ha percatado que Lydia sí sabía que se había operado, cuando daba largas para no quedar con él. Pero también quién le ha contado el secreto de su intervención estética: “Eres una mete pata, boca chancla. Te lo contó una persona muy conocida entre los dos. Es que es más fácil pillarte… Así que alguien me traicionó”. Ella se excusa diciendo que “íbamos a quedar para cenar un día los tres”, suelta, reconfirmando de quién se trataba, por si había duda. Siguen igual, muy buen rollo, envueltos en sus trifulcas de amigos de mil aventuras.