Internacional

La carta que confirma a los McCann que Madeleine está muerta

Los padres de la niña niegan haber recibido ninguna noticia de la policía alemana y explican que la información “falsa” ha “causado ansiedad innecesaria a amigos y familiares”

El fiscal alemán Hans Christian Wolters, que lidera la investigación de por el asesinato de Madeleine McCann ha escrito una carta a los padres de Madeleine McCann para explicarles que existe una evidencia muy importante que indica que su hija está muerta.

Wolters anunció hace una semana que habían abierto una investigación contra Christian Brueckner por el asesinato de la niña británica. Desde un primer momento, indicaron que se trataba de un caso de asesinato, aunque no aportaron pruebas. Sólo se limitaron a decir que sabían que había sido asesinada y que conocían cómo. Según el fiscal, el responsable del crimen es Brueckner pero no podía probarlo por lo que solicitó la colaboración ciudadana para lograr más pistas. Los únicos datos aportados fueron que había vivido en el Algarve portugués durante seis años, en una casa de campo situada a pocos kilómetros de dónde desapareció Maddie, que abandonó esa casa para vivir en una caravana y que el día de la desaparición de la pequeña británica recibió una llamada de media de una persona con un teléfono móvil portugués, que le situaba cerca del Ocean Club una hora antes de la desaparición de Madeleine.

Estas declaraciones generaron mucha polémica y cierto malestar en los investigadores portugueses, a los que no había trasladado ningún tipo de información y a los que acusó de entorpecer la investigación. De hecho, las autoridades portuguesas están a la espera de recibir información para ver si pueden reabrir el caso e investigar en la casa de campo en la que vivió Brueckner y en la que una imagen de satélite sitúa una furgoneta como la suya días después del secuestro. La zona está repleta de pozos profundos y una de las hipótesis apunta a que podría haberse deshecho del cuerpo arrojándolo a alguno de ellos.

Por su parte, la familia McCann solicitó a través de su abogado que les aportaran las pruebas que demostraban que su hija estaba muerta. Kate y Gerry siguen aferrados a la esperanza de que su hija siga con vida y, de hecho, la investigación de Scotland Yard califica el caso como de una desaparición, no de un asesinato.

Rogerio Alves, abogado de McCann en Portugal, ha estado presionando a los investigadores alemanes para que revelen “qué se está haciendo para resolver el caso”. Alves acusó a las tres fuerzas policiales involucradas en la investigación -alemana, británica y portuguesa- de “guardar información para sí mismos”.

El abogado indicó que espera que los detectives portugueses le digan qué evidencia tienen para “apoyar la reapertura del archivo aquí”. “Quiero saber si hay nuevas pistas que puedan perseguir. Quiero saber qué se está haciendo. ”No sé lo consistente que es la nueva evidencia, así que no sé qué va a hacer el fiscal portugués". Según la ley portuguesa, si el fiscal tiene nueva información sobre un delito debería reabrir el caso.

Alves lamentó lo ocurrido durante los últimos días y describió la semana pasada como una “semana perdida” en la búsqueda de justicia para los padres de Madeleine. Fue muy crítico de las luchas internas entre alemanes y portugueses y les instó a “detener la guerra de las palabras”. “Lo que espero es que todos ayuden a encontrar la verdad en lugar de ocultar información o guardar información para sí mismos. “Esta no es una competencia entre los departamentos de policía. Todos tenemos que avanzar para encontrar la verdad. Los padres de Madeleine no quieren saber qué fuerza policial cree que está haciendo lo mejor. No quieren una guerra de palabras”, explicó.

Por ello, después de la petición de los McCann, el fiscal le ha remitido una carta en la que les explica que su hija está muerta y que existe una contundente evidencia que sustenta esta conclusión, pero que no podían revelarla para no poner en riesgo el futuro de la investigación. “Simpatizo con los padres, pero si les revelamos más detalles podría poner en peligro la investigación”, dijo Wolters.

“Tenemos pruebas concretas de que nuestro sospechoso ha matado a Madeleine y esto significa que está muerta. A los padres se les ha dicho que la policía alemana tiene pruebas de que está muerta, pero no les hemos contado los detalles”, indicó.

"Wolters añadió que Kate y Gerry McCann no habían respondido a la carta. “Por supuesto, realmente consideramos el hecho de que va a ser muy difícil para la familia que les hayamos dicho que asumimos que Madeleine está muerta”, agregó. “Pero no podemos decir por qué está muerta: es más importante que tengamos éxito y podamos encontrar al culpable en lugar de simplemente poner nuestras cartas sobre la mesa y decirles por qué creemos que podría estarlo”, matizó.

Wolters aclaró que “este es un caso de asesinato, no un caso de personas desaparecidas. Hemos sido bastante claros a lo largo de la investigación de un asesinato y tenemos evidencia de ello. En Alemania somos muy reservados, no estoy seguro de cómo es en el Reino Unido, pero nos guardamos todo hasta que presentamos cargos”.

Sin embargo los McCann han salido al paso para aclarar que los informes de que han recibido una carta de la policía diciendo que su hija está muerta son “falsos”. Los padres de Madeleine emitieron un comunicado en el que aseguran que “desde las recientes apelaciones policiales sobre la desaparición de Madeleine, se han reportado muchas historias inexactas en los medios de comunicación. La noticia ampliamente difundida de que recibimos una carta de las autoridades alemanas que indica que hay evidencia o prueba de que Madeleine está muerta es FALSA”. También piden prudencia porque “como muchas historias sin fundamento en los medios de comunicación, esto ha causado ansiedad innecesaria a amigos y familiares y una vez más ha interrumpido nuestras vidas”. Para evitar futuras dudas y dado que no tenemos un portavoz familiar ni estamos pagando activamente a ningún abogado. Cualquier comentario reciente atribuido en los medios no ha venido de nosotros a menos que haya sido publicado en nuestro sitio web". “Si hay desarrollos importantes que se pueden hacer públicos, se emitirán a través de canales oficiales de la policía”, han matizado los McCann.

Scotland Yard y la policía alemana han recibido más de 1,000 llamadas desde que el delincuente sexual Brueckner, de 43 años, fuera identificado como sospechoso hace apenas una semana en relación con la desaparición de Madeleine de Praia da Luz el 3 de mayo de 2007.

Sospechan que robaba en los apartamentos de vacaciones en el Algarve y que en algunas ocasiones agredió sexualmente a mujeres y niñas dentro de las viviendas. También se sospecha que traficó con drogas, que ejerció de agente inmobiliario y que llegó a hacer negocio con la compraventa de coches de segunda mano.

Los investigadores siguen recopilando información sobre la “vieja escuela”, casa de campo en la que vivió Brueckner durante años y que dejó llena de basura, de material informático tirado por el suelo y con cajas de disfraces y pelucas. Además, también buscan información sobre la autocaravana Volkswagen Westfalia. en cambio, Wolters minimizó la importancia del Jaguar a pesar de que Scotland Yard solicitó información al respecto. Dijo que el automóvil estaba en Alemania cuando Madeleine desapareció y que solo se divulgó información para recordarlo. “Los vehículos no son de interés directo para el caso de Madeleine”, aclaró.

Los detectives también están tratando de encontrar a la persona que lo llamó por teléfono una hora antes de que Madeleine desapareciera. La policía dice que Brueckner recibió la llamada cerca del apartamento de vacaciones de los McCann en el complejo Ocean Club.

Por su parte, los abogados del sospechoso dijeron que no responderá a preguntas sobre Madeleine hasta que no conozca las pruebas que lo involucran. Brueckner también está siendo investigado por abusos sexuales a menores y adultos en la zona Praia da Luz y en otros lugares de Europa en los años anteriores a la desaparición de Madeleine. La policía dijo que hubo 18 casos similares a lo largo de la costa del Algarve durante un período de seis años que posiblemente podrían estar vinculados. además, también se le investiga por el caso de la niña Inga Gehricke, que desapareció en Sajonia-Anhalt en 2015.

Brueckner se encuentra actualmente en prisión en Kiel, norte de Alemania, por delitos de tráfico de y por la violación de una turista norteamericana de 72 años en 2005.