Burkina Faso

Matanza de civiles en nombre de la Yihad

Al menos 160 personas han sido asesinadas en el norte del país saheliano en el mayor atentado terrorista desde 2015. El presidente Roch Kaboré se muestra incapaz de hacer frente a la violencia islamista

Los ataúdes de catorce soldados asesinados en Burkina Faso el pasado mes de noviembre
Los ataúdes de catorce soldados asesinados en Burkina Faso el pasado mes de noviembreAGENCE D'INFORMATION DU BURKINAvia REUTERS

Al menos 160 personas fueron asesinadas en la madrugada del sábado en una pequeña localidad de la provincia de Yagha, al norte de Burkina Faso, en el mayor atentado terrorista desde 2015. Un grupo de hombres armados a bordo de motocicletas, supuestamente pertenecientes a un comando yihadista, se internaron en la localidad de Solhan, a quince quilómetros de la capital provincial Sebba, para abrir fuego primero contra la fuerza civil antiterrorista Voluntarios por la Defensa de la Patria y después contra la población civil de la localidad de manera indiscriminada. Ningún grupo ha reivindicado aún la autoría del crimen.

La zona saheliana de Burkina Faso –fronteriza con Mali y Níger–, donde golpean impunemente grupos afiliados a Al Qaeda y el Estado Islámico en la región además de otras organizaciones locales, es la más fuertemente golpeada por la violencia yihadista. Desde mediados de 2018 los ataques se han extendido también hacia el oriente del país. Precisamente en la zona sureste del país, limítrofe con Benin y Togo, fue el escenario el pasado 26 de abril del asesinato de los periodistas españoles David Beriáin y Roberto Fraileen un asalto cuando filmaban un documental acompañados por miembros de las fuerzas armadas locales. Además, hace menos de tres semanas, 17 personas murieron en otro ataque terrorista en la provincia septentrional de Ouadalan, muy cerca de la frontera con Mali. Entre marzo y abril casi dos centenares de personas perdieron la vida en atentados similares

El presidente burkinés, Roch Kaboré, que calificó de «barbarie» lo sucedido, asegura estar trabajando en la neutralización de los responsables. Ha decretado tres días de luto por la matanza de civiles. Por su parte, el ministro de Exteriores francés Jean-Yves Le Drian confirmó ayer domingo –París es uno de los más firmes apoyos de las autoridades burkinesas– que visitará esta semana el país africano para apoyar a sus autoridades en su guerra sin cuartel contra los grupos yihadistas.

«Está claro que los grupos militantes han cambiado de marcha para agravar la situación en Burkina Faso y han trasladado sus esfuerzos a áreas fuera del alcance inmediato de la coalición antiterrorista liderada por Francia, que los combate en la región fronteriza de los tres Estados [en referencia a Burkina Faso, Mali y Níger], aseguró a la agencia Ap, Heni Nsaibia, investigador principal del Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados. Burkina Faso, sumida en una oleada sin precedentes de violencia yihadista, sufre una de las peores crisis de desplazados del mundo, con más de un millón de personas –sobre una población de 20 millones– obligadas a abandonar sus casas.