Bolsonaro, acusado de “crímenes contra la humanidad” por su política negacionista durante la pandemia

La comisión del Senado que investiga la gestión de la pandemia señala al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, como responsable de crímenes de lesa humanidad, desvío de fondos públicos, incitación al odio, curanderismo y otros cinco delitos. El senador Renan Calheiros ha iniciado este miércoles la lectura del crucial informe de más de 1.100 páginas de la comisión de investigación de la cámara alta que acusa de nueve delitos a Bolsonaro por su actuación en la pandemia de coronavirus que dejó más de 603.000 muertos: “El Presidente de la República alentó reiteradamente a la población a no seguir la política de distanciamiento social, se opuso reiteradamente al uso de mascarillas, convocó, promovió y participó en aglomeraciones. Buscó descalificar las vacunas contra el coronavirus”.

La comisión acusa al exmilitar de 66 años de retrasar el plan de vacunación al rechazar ofertas de adquisición preferencial de vacunas Coronavac y Pfizer. En base a un estudio de la Universidad de Sao Paulo, el informe estima que pudieron evitarse 12.000 muertes con la inmunización anticipada de los ancianos. El senador bolsonarista, Marcos Rogerio, ha pedido la nulidad de la investigación. Rogerio ha asegurado que no respeta el derecho de defensa del presidente. El Senado brasileño no tiene capacidad para condenar penalmente. El trabajo de la cámara de representantes puede empujar a la Justicia a abrir una investigación penal contra el presidente brasileño.

Gabinete de médicos negacionistas

A raíz de la pandemia, la investigación sostiene que Bolsonaro puso en marcha una red de corrupción “nunca vista” en el Ministerio de Salud. Las pesquisas recogen la creación de un gabinete paralelo del presidente con médicos negacionistas que distribuían remedios sin eficacia para evitar los confinamientos y alentar a la población a salir a las calles.

Los cargos del informe serán votados el próximo 26 por la comisión y elevados a la fiscalía general, la corte suprema y el tribunal de cuentas. Hay otras 68 personas acusadas, entre ellas los tres hijos del presidente con cargos públicos y los ministros de Defensa, Walter Braga Netto, y de Salud, Marcelo Queiroga.

Los familiares de las víctimas y pacientes recuperados exigieron disculpas a Bolsonaro

Unos pocos familiares de los más de 600.000 fallecidos por coronavirus en Brasil han declarado ante la Comisión de Investigación Parlamentaria sobre la gestión de la pandemia del gobierno de Jair Bolsonaro. Algunos de los 21,6 millones de brasileños que han superado el virus también reclamaron mejoras en el sistema de salud.

Ante la falta de respiradores y camas UCI, los brasileños buscaban desesperadamente comprar tanques de oxígeno para tratar de salvar a sus familiares o amigos contagiados. Una enfermera ha explicado las enormes dificultades a las que tuvieron que enfrentarse los sanitarios durante los peores meses de la pandemia en Brasil: “Todo el oxígeno enviado por el gobierno y las personas benefactores no fue suficiente. Fue una gran cantidad. Pero lamentablemente la cantidad de pacientes fue mucho mayor a la cantidad de oxígeno enviada”. El presidente de la ONG Río de Paz, Antonio Carlos Costa, ha calificado a Bolsonaro como “la antítesis de todo lo que se esperaba de un presidente de la República” y ha exigido al exmilitar disculpas públicas por su nefasta gestión de la pandemia: “Nunca lo vimos derramar lágrimas de compasión o expresar un profundo pesar por el pueblo. No sabíamos qué favela visitó, ni a qué hospital fue para comunicar aliento a nuestros profesionales de la salud”.