Estrategia
¿Ha llegado el ocaso de los tanques? En Ucrania se han convertido en un blanco fácil y cientos han sido destruidos
Los misiles anticarros, lanzados desde armas ligeras como los Javelin o los NLAW, así como los UAV Bayraktar TB2 han acabado con miles de carros de combates y vehículos blindados desde el inicio de la ocupación
Más allá de la propaganda de guerra que pueda llevar a cabo el Gobierno de Ucrania sobre los daños que han causado a las tropas invasoras, tanto humanos como en material, lo que está claro es que el país se ha convertido en un cementerio para centenares de carros blindados rusos, aunque también los ucranianos se han visto seriamente afectados en el transcurso de los combates.
Fuentes de la inteligencia estadounidense señalan que Rusia podría contar al inicio de la guerra con unos 12.400 carros de combate y otros 36.000 vehículos blindados. Según los datos del Ministerio de Defensa ucraniano habrían destruido 725 tanques, 1.923 vehículos blindados, lo que equivaldría a más del 10% de los que el Kremlim ha desplegado en el país invadido.
Por su parte, Rusia asegura que sus tropas han acabado con 2.079 tanques o vehículos blindados militares. Aunque estos datos siempre hay que cuestionarlos, de ser ciertos por ambos bandos en poco más de mes y medio de guerra entre ambos bandos habrían perdido cerca de 5.000 tanques y blindados, una cifra escalofriante.
Javelin
De hecho, no hay más que ver las imágenes que circulan por redes sociales y las distribuidas por los dos gobiernos que muestran carreteras y ciudades llenas de restos de estos vehículos, con los que se han cebado especialmente los soldados ucranianos gracias a las armas anticarro proporcionadas en la mayoría de los casos por los países occidentales. Es el caso de los misiles FGM-148 Javelin, que se han convertido en el arma estrella de las fuerzas locales. Se trata de un dispositivo portátil que se lanza desde el hombro y que utiliza un sistema infrarrojo de imágenes para detectar y destruir tanques, fortificaciones e incluso helicópteros a distancias de hasta 4.750 metros.
Su funcionamiento es aparentemente sencillo. Cuando se detecta el tanque enemigo se inicia la secuencia de lanzamiento con la activación de un pequeño motor que expulsa el misil fuera del tubo. El Javelin tiene dos modos de ataque, tal y como explica el experto militar Kyle Mizokami. “El primer modo es el ataque directo, donde el misil vuela directamente hacia el tanque enemigo. El misil no tiene una, sino dos ojivas: la primera para activar las placas de blindaje reactivo, neutralizándolas, y la segunda para penetrar el cinturón de blindaje principal del tanque. Un segundo modo envía el Javelin a una altitud de 150 metros hacia el cielo antes de iniciar el descenso para impactar en la parte superior del tanque, donde la protección de la armadura es más delgada”.
La efectividad es letal y basta con un solo impacto para destruir al tanque.
También Ucrania ha adquirido 5.100 armas antitanque RGW90 HH “Matador” de la empresa alemana Dynamit Nobel Defence, más de la mitad de los cuales ya están en manos de sus tropas. Dependiendo del punto de impacto, podrían acabar con cualquier tanque ruso. También son utilizados para destruir equipos militares, barreras, fortificaciones y romper agujeros en paredes.
El arma pesa alrededor de ocho kilogramos y puede penetrar más de 600 milímetros de acero blindado a una distancia de combate de 500 metros, con una probabilidad de impacto de más de 90 por ciento, según el fabricante. Se puede usar con varias municiones y varios dispositivos ópticos.
No hay que olvidar tampoco los 6.000 lanzacohetes anticarro de la compañía sueca Saab Bofors Dynamics enviados a Ucrania, los ucranianos Stugna-P, o el lanzagranadas español Instalaza C-90, uno de los que utilizan los resistentes ucranianos, según un vídeo que ha sido publicado en cuentas de Telegram. Junto al arma española se pueden observar el RPG-75-M checo y el Pansarskoott m/86 de Suecia, de uso similar.
El C-90 es un arma de un solo disparo, que se realiza desde el hombro por el soldado que lo transporta. Su uso es relativamente fácil y no precisa de grandes periodos de entrenamiento. El tubo que contiene la granada y que hace de lanzador está fabricado en resina reforzada. Cuando se le entrega el arma al soldado ya lleva alojada la granada dispuesta para el disparo. Tal y como publicó LA RAZÓN, está pensado para la infantería a pie -pesa solo 5,3 kg-. El alcance eficaz es de 350 metros contra blancos puntuales y de 700 metros contra blancos de área. Incluye visor de puntería óptico de dos aumentos.
NLAW
Otra de las claves han sidolos NLAW (Next generation Light Anti-tank Weapon o Arma Antitanque Ligera de Nueva generación) de diseño conjunto entre Reino Unido y la sueca Saab, que apenas pesa 12,5 kilos y cuenta con un alcance de entre 20 y 800 metros. Al contrario que otras armas ya citadas, el misil que lanza no es guiado, por lo que el soldado que dispara debe seguir con el visor durante unos cinco segundos la trayectoria del proyectil para luego disparar. Fue desarrollado en 2002 como un sistema de armas antitanque para un solo soldado, no ha parado de evolucionar desde entonces. Como la propia empresa sueca explica en su web, es “el asesino de tanques definitivo”. Según explican, “el enemigo ya no puede emplear tácticas tradicionales cuando se enfrentan a armas NLAW. Su cambio de comportamiento los obligará a dar un paso atrás”. Puede atacar desde casi cualquier posición, desde lo alto de un edificio hasta detrás de un árbol o en una zanja. Puede disparar 45 grados hacia abajo y puede disparar desde el interior de un edificio, desde un sótano o desde el segundo piso de un edificio fuera del alcance de la mayoría de los tanques.
A estas armas de Infantería se une la utilización de drones de combate turcos Bayraktar TB2, equipados con misiles anticarro. En un extenso análisis en el que se cuestiona el lugar de los carros de combate en el campo de batalla actual, el columnista, de The Whashington Post, Max Boot, según recoge Infodefensa.com, augura la probabilidad de que Moscú sufra muchas más pérdidas de este tipo, máxime teniendo en cuenta que el Ejército ucraniano recibirá de Estados Unidos también drones Switchblade kamikaze (también calificados como munición merodeadora) así como UAV de reconomimiento RQ-Puma..
También se ha detectado la presencia de drones UAV Mini-Bayraktar de Baykar, un mini Bayraktar, que los soldados ordinarios pueden transportar y desplegar fácilmente en el campo, sin necesidad de pista ni para el lanzamiento ni para la recuperación. Luego se pueden utilizar para detectar objetivos que serán atacados por ATGM y otros equipos ligeros o, más típicamente, por unidades de artillería. En tales operaciones, los pequeños vehículos aéreos no tripulados (incluidos los tipos de cuadricópteros estándar más rudimentarios) ya han contribuido a pérdidas sorprendentes para las fuerzas rusas alrededor de Kiev, como informa Oryx, una web de código abierto que sigue la evolución de los movimientos armamentísticos internacionales, que eran esencialmente blancos fáciles para la artillería ucraniana siempre que pudieran ser detectados con precisión.
Boot recuerda que la combinación de TB2 y munición merodeadora permitió a Azerbaiyán dañar o destruir casi la mitad de los vehículos de combate armenios, lo que ha llevado a muchos expertos a plantearse el posible fin de los blindados actuales, o al menos la necesidad de protegerlos y desplegarlos mejor. La invasión rusa de Ucrania ha acentuado este debate, explica el articulista.
Según Oryx, “entregas como estas podrían ser el factor crucial que permita a las fuerzas armadas de Ucrania ganar ventaja contra un enemigo numéricamente superior. Aparte del armamento convencional como las armas pequeñas y los vehículos blindados de combate (AFV), las armas como el Mini-Bayraktar actúan como multiplicadores de fuerza, lo que aumenta la eficacia de todo el resto del armamento desplegado en la misma área. Con suficientes multiplicadores de fuerza de alta calidad, la proporción de pérdidas entre ambos bandos puede sesgarse aún más allá de su ya sorprendentemente desequilibrado estado, lo que en última instancia obliga a los planificadores militares rusos a reconsiderar la utilidad de las ofensivas continuas”.
En un informe elaborado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) sobre los combates terrestres en la región del Donbás anteriores al inicio de la invasión rusa, “una de las lecciones más inquietantes de los combates terrestres en Ucrania es la vulnerabilidad de los transportes blindados de tropas (APC en sus siglas en inglés), en su mayoría BTR-70, BTR-80 y BRMD, como de los vehículos de combate de infantería (VCI) tipo MTLB, BMP-1, BMP-2, BMD-2 y BMD-3 en ambos bandos. Tal como era de esperar los APC y VCI han ofrecido protección frente a las armas ligeras —e incluso contra disparos de tiradores de precisión en las ventanas blindadas—103. Fueron así particularmente útiles en los primeros meses del conflicto cuando el arsenal de los rebeldes se componía en su mayoría de fusiles de asalto, ametralladoras y lanzagranadas. Sin embargo, su débil blindaje no los protege de las submuniciones penetrantes, ni termobáricas de la artillería de campaña, ni de los RPG y misiles contracarro, salvo que cuenten con blindaje reactivo —que no era el caso en los vehículos ucranianos— o con verjas anticarga hueca. El blindaje estándar tampoco protege a los APC y VCI de las municiones con capacidad perforante de los cañones ligeros de otros VCI (de 30 mm en los BMD-2, BMD-3 y en los nuevos BTR-4), ni por supuesto del disparo del cañón principal de un BMP-4 (100 mm) o de un carro de combate”.
Caros y fáciles de destruir
Sin embargo, pese a las voces que apuntan a que los carros de combate y los blindados son demasiado caros y fáciles de destruir por armas ligeras antitanque y drones en la guerra moderna, los verdaderos expertos no lo tienen tan claro. En el caso de Rusia, la falta de apoyo aéreo, de artillería e infantería parecen haber pesado notablemente en sus grandes pérdidas de medios blindados. La solución, por tanto, pasa por un buen uso de armas combinadas en operaciones multidominio. También parece importante plantearse la conveniencia de contar con nuevos carros de combate más ligeros que operen coordinados con vehículos terrestres no tripulados (UGV, por las siglas de este concepto en inglés), según apuntan algunos expertos. De ese modo, dejaría de haber sistemas de sensores y armas concentrados en una sola plataforma para diversificar los distintos papeles entre diferentes sistemas (sensores de largo alcance en drones, señuelos en otros drones, el arma principal en un robot terrestre y en un vehículo de mando y control pequeño y bien protegido el elemento humano que lo maneja).
No es de la misma opinión Edward Luttwak, un estratega militar que asesora a gobiernos de todo el mundo, que recientemente aseguraba a la publicación Business Insider que “una infantería decidida a luchar está ahora superempoderada al disponer de elementos como un gran número de cohetes antitanques desechables del tipo ‘apuntar y disparar’”.
Según explica esta misma publicación,un analista de defensa compara el papel que están jugando los tanques en Ucrania con el de los piqueros suizos, combatientes de la época del Renacimiento armados con picas y alabardas que antaño constituían la primera línea de cualquier ejército.
Ese papel, desempeñado entonces por los soldados de a pie y ahora por los tanques, probablemente se desplazará a los drones, los vehículos robotizados y los sistemas de ataque de largo alcance.
“Los tanques pasarán, con el tiempo, a desempeñar un papel más bien de retaguardia”, resume Paul Scharre, antiguo Ranger del ejército estadounidense y director de estudios del Center for a New American Security.
También hay voces que aseguran que Rusia aún no ha sacado lo mejor de su arsenal en lo que a blindados se refiere y que la llegada masiva de su BMPT-72 podría desestabilizar la situación. Este carro, conocido como Terminator, que entró en servició en el Ejército ruso en diciembre pasado, es un vehículo oruga de apoyo fuertemente armado sin equivalente directo en los ejércitos de países occidentales. Por sus características, este tanque puede desenvolverse de forma óptima en combates de alta intensidad en entornos urbanos, como los que podrían tener lugar en ciudades ucranianas rebeldes.
Menos tanques y más misiles
La Estrategia de Seguridad Nacional firmada en 2017 por el asesor de seguridad nacional H. R. McMaster y la Estrategia de Defensa Nacional de 2018 del entonces Secretario de Defensa, James Mattis, recogen el cambio de paradigma en las amenazas de seguridad, que ahora ha pasado a ser principalmente “la competencia estratégica interestatal”, como se ha confirmado con la invasión rusa de Ucrania, relegando al terrorismo, que hasta el momento venía percibiéndose como la principal preocupación.
Esta reorientación estratégica ya estaba produciendo cambios relacionados con el uso de elementos blindados. Por una parte, el Ejército estadounidense, por ejemplo, ha incrementado sus operaciones blindadas convencionales de grandes unidades, hasta duplicarlas. Sin embargo, de otra parte, el Cuerpo de Marines ha tomado el camino contrario y se está deshaciendo de sus carros de combate a la vez que incrementa el uso de misiles portátiles.
El futuro de los carros de combate y los blindados en general aún debe dibujarse, lo que parece claro, recuerda Boot, es que Rusia no los ha estado empleando bien en el último mes, y las fuerzas ucranianas están dando buena cuenta de ello.
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