Energía

La UE aumenta la ayuda militar a Mozambique para asegurar sus reservas de gas

La insurgencia yihadista de Cabo Delgado, al norte del país africano, amenaza las ricas reservas de gas licuado que desde Bruselas consideran como una alternativa viable al gas ruso

Planta de gas en Mozambique.
Planta de gas en Mozambique.Envato Elements

La Unión Europea ha anunciado este jueves que aumentará el apoyo a las misiones militares en Mozambique, con el fin de proteger los proyectos de gas mozambiqueños de las incursiones yihadistas. La UE busca fuentes de energía alternativas desde la invasión de Ucrania orquestada por el Kremlin, y Mozambique se ha probado como la cuarta mayor reserva de gas en África, por detrás de Nigeria, Argelia y Senegal. Sin embargo, el embiste yihadista mozambiqueño, vinculado al Estado Islámico y que permanece en el norte del país desde 2017, ha puesto en peligro en repetidas ocasiones la extracción del gas natural licuado, valorado en esta región en varios miles de millones de dólares.

Desde Bruselas se anunció que los Estados miembros de la UE han acordado dotar con 15 millones de euros a la misión de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC por sus siglas en inglés), que combate contra la insurgencia yihadista. La provincia de Cabo Delgado, rica en gas natural, cuenta con proyectos desarrollados por varias empresas occidentales, entre las que se encuentran la compañía francesa Total y la italiana ENI. Esta dotación se suma a los 1,9 millones de euros proporcionados previamente por la UE a SAMIM y otros 89 millones de euros destinados a las fuerzas armadas de Mozambique. Tal y como ha anunciado la Unión Europea, estos nuevos fondos serán utilizados para fortificar los campamentos, aumentar la capacidad de los contenedores de almacenamiento y mejorar los equipos médicos y los vehículos, al igual que los dispositivos electrónicos.

Una monja asesinada y seis decapitados

Según especifica un informe interno al que tuvo acceso la agencia Reuters, la UE asegura su preocupación sobre la “volátil” situación al norte de Mozambique, pese a la presencia de la misión de la SADC y otra intervención separada, dirigida por las Fuerzas Armadas de Ruanda. En la actualidad, el mayor beneficiario del gas mozambiqueño es la vecina Sudáfrica, pero se espera que su posición costera permita la exportación de gas hacia países europeos por la vía marítima.

Este anuncio se ha hecho solo un día después de que las autoridades de Mozambique comunicaran que al menos seis personas fueron decapitadas a manos de los terroristas a lo largo de este martes, mientras una monja italiana fue asesinada por los mismos insurgentes en la provincia norteña de Nampula. Y justo hoy comenzaba la gira africana del Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que le llevará a visitar Kenia y Mozambique para “profundizar los lazos y la cooperación con los socios africanos en un nuevo contexto geopolítico, centrado en temas como el mantenimiento del orden multilateral, la crisis alimentaria y energética mundial y la cooperación para la paz y la seguridad en el continente”, según anunció un comunicado de la delegación que le acompaña.

En su visita a Mozambique, Borrell se reunirá este jueves en la capital, Maputo, con el Presidente Filipe Nyusi y su ministra de Exteriores, Verónica Macamo. El viernes se encontrará con el ministro de Defensa, Cristóvão Chume, y realizará una visita a la misión de EUTM Mozambique en el campo de entrenamiento Katembe, ubicado también en la capital del país. Este viaje ya fue programado para el pasado mes de enero, pero tuvo que ser cancelado después de que un miembro del equipo de Borrell diera positivo en coronavirus.

La insurgencia de Cabo Delgado

Protagonizada desde sus inicios en 2017 por el grupo Ansar al-Sunna, estrechamente vinculado al Estado Islámico de Irak y del Levante, los atentados comenzaron dirigiéndose en exclusiva a miembros de seguridad mozambiqueños, aunque pronto se iniciaron los ataques a aldeas con las consiguientes víctimas civiles. A sus víctimas suelen asesinarlas mediante la decapitación o quemándolas vivas. La ONG Save the Children aseguró en 2021 que más de 11 niños han sido decapitados por los terroristas mozambiqueños, mientras se calcula que más de cinco mil personas han muerto a causa del conflicto en curso y alrededor de medio millón de personas se han visto obligadas a desplazarse fuera de sus hogares. Los ataques marítimos a las extractoras de gas ubicadas mar adentro también entran dentro de su campo de actuación.

Portugal (antigua potencia colonial) y Rusia (aliada desde el proceso de descolonización) han sido los dos Estados que más ayuda han prestado a Mozambique en materias de lucha antiterrorista. El conocido Grupo Wagner desplegó un contingente en la región en septiembre de 2019, retirándose en 2020 tras el fracaso de su misión por su incapacidad a la hora de comprender el entorno local, mientras el Kremlin dotó en 2019 a la Armada mozambiqueña de dos helicópteros Mi-17. La guerra en Ucrania y la necesidad de buscar nuevas alternativas al gas ruso han empujado a la UE a involucrarse más activamente en Mozambique. Aunque la misión de entrenamiento (EUTM Mozambique) comenzó en noviembre de 2021, el reciente aumento de presupuesto (que prácticamente dobla la cantidad inicial) pone en evidencia el interés de Bruselas por proteger los yacimientos de gas descubiertos en 2011 y que podrían suponer una buena alternativa junto con el gas senegalés y nigeriano. Tal y como asegura la página web del Ministerio de Defensa, las Fuerzas Armadas españolas participan en la misión EUTM-Mozambique con dos observadores militares para colaborar con la Unión Europea en su lucha contra el terrorismo internacional.