Corea del Norte no celebra el 40º cumpleaños de Kim Jong Un en medio de la tensión nuclear

El líder norcoreano Kim Jong Un ha alcanzado los 40 años de edad en medio de un inusual silencio y una ausencia de celebraciones públicas. Mientras Pyongyang disparaba andanadas de artillería al mar y anunciaba planes para expandir su arsenal nuclear, el líder supremo no recibió la tradicional pompa y ceremonia que caracterizó los cumpleaños de su difunto padre, Kim Jong Il, o su abuelo. A diferencia de aquellas extravagantes festividades que solían incluir desfiles militares en honor a sus predecesores, en esta ocasión el líder ha sido relegado a un segundo plano en medio de eventos mucho más preocupantes que capturan la atención internacional.

Hasta ahora, el Reino Ermitaño nunca ha hecho comentarios oficiales sobre el cumpleaños de su líder. Durante años, la cuestión de su edad fue un misterio, hasta que su tía Ko Yong Suk, que vive en Estados Unidos desde 1998, declaró a "The Washington Post" que este nació en enero de 1984, como su propio hijo. La única vez que Kim ha sido homenajeado en público en su onomástica fue en 2014, cuando la ex estrella de la NBA Dennis Rodman le cantó el "cumpleaños feliz" antes de un partido de baloncesto de exhibición en Pyongyang. Eso sí, la página web del Ministerio de Unificación afirma que nació el 8 de enero.

Además, existen sospechas de que Kim podría estar preocupado por atraer atenciones no deseadas hacia su madre, Ko Yong Hui, una bailarina nacida en Japón y conocida por ser la tercera o cuarta esposa de su padre. Los vínculos de su progenitora con el país vecino, que colonizó la península coreana en el pasado, y el hecho de que no fuera la primera esposa de Kim Jong Il, se consideran desventajosos para el dominio dinástico. "El hecho de que su madre viniera de Japón es su mayor punto débil, que socava su legitimidad del linaje Paektu", explicó Park Won Gon, profesor de la Universidad Ewha Womans de Seúl, refiriéndose al linaje de la familia, que lleva el nombre de la montaña más sagrada del país.

Desde su afición por el culto a la personalidad, hasta su amor por el baloncesto o su colección de lujosos automóviles, su estilo de vida excéntrico no deja de llamar la atención. Sin embargo, detrás de estas extravagancias se encuentra un régimen autoritario y opresivo, que ha generado enorme preocupación a nivel internacional por sus violaciones a los derechos humanos y su temeroso programa nuclear. En una reunión clave del partido gobernante a finales de diciembre, el líder prometió ampliar su arsenal nuclear y lanzar más satélites espía para hacer frente a lo que calificó de enfrentamiento sin precedentes liderado por EE UU. Además, en estos últimos días ha ordenado a sus tropas disparar proyectiles de artillería cerca de la disputada frontera marítima con Corea del Sur, lo que ha aumentado considerablemente las tensiones con su rival.

Para mostrar su lado más tierno, al parecer, en vísperas de su cumpleaños, la pequeña Kim Ju Ae de unos 10 años y la mediana de los tres hijos de Kim, acompañó a su padre y a altos funcionarios del régimen a visitar una granja de pollos recién inaugurada en este país.

A los norcoreanos se les instruye sobre el sagrado linaje de los Kim, haciendo hincapié en su derecho exclusivo a dirigir el país. Es probable que Kim quiera pasar el liderazgo a la cuarta generación. Su hija ha estado presente en acontecimientos importantes, como el disparo en diciembre del misil balístico intercontinental de combustible sólido Hwasong-18, el más avanzado del arsenal norcoreano. También le acompañó durante el exitoso lanzamiento del satélite espía Malligyong-1 en noviembre, que según Pyongyang permitiría a al mandatario contemplar de más cerca la Casa Blanca.

Según los analistas, presentar a Ju-ae al público podría ser una estrategia para asegurar su establecimiento antes de asumir el poder, además de ser un medio para desafiar los prejuicios de género en una sociedad profundamente patriarcal, donde el liderazgo femenino no tiene precedentes. La primera mención a la heredera se remonta a 2013, cuando Dennis Rodman, tras un polémico viaje a Pyongyang, reveló haber pasado tiempo con la familia y haber tenido en brazos a su bebé. El dictador mantiene un alto nivel de secretismo en torno a su familia, e incluso su esposa, Ri Sol Ju, permaneció oculta durante algún tiempo después de su matrimonio.

Las recientes especulaciones sobre la posible designación de Ju Ae como heredera aparente apuntan hacia una faceta introspectiva del líder norcoreano, quien podría estar aceptando su propia mortalidad tras enfrentar diversos problemas de salud. Expertos en la materia advierten que su notable sobrepeso podría ser un factor que lo haga propenso a sufrir un colapso en cualquier momento.

Se ha planteado la hipótesis de que Kim está preparando a la pequeña para que asuma las riendas del reino ermitaño en un futuro cercano. La prensa estatal la ha presentado regularmente como la hija "más querida", convirtiéndose en un elemento central de la maquinaria propagandística norcoreana desde su primera aparición pública hace un año.

Su vínculo ha quedado plasmado en imágenes capturadas durante las festividades de Nochevieja en un estadio repleto de Pyongyang, en las que se les muestra intercambiando besos en la mejilla o posteriormente visitando una fábrica de lanzamisiles luciendo chaquetas a juego, lo que continúa generando gran especulación.