Internacional

Elecciones

Peter Marki-Zay, el hombre que quiere vencer en Hungría y destronar a Viktor Orban

La oposición se une en torno a la figura de un alcalde como estrategia para desbancar al primer ministro ultranacionalista tras doce años en el poder

El candidato de la oposición unida, Peter Marki-Zay, durante un acto de campaña en Budapest
El candidato de la oposición unida, Peter Marki-Zay, durante un acto de campaña en BudapestAnna SzilagyiAgencia AP

Durante las últimas semanas políticos de la oposición unida en coalición han recorrido todo el país en un último esfuerzo para movilizar a los votantes contra el poderoso partido Fidesz del primer ministro, Viktor Orban.

La oposición, liderada porPeter Marki-Zay, ha vuelto a la vieja escuela recorriendo el país en caravanas, visitando todas las plazas de los pueblos y haciendo campaña en mercados los domingos. “Utilizamos las redes sociales y visitamos cada rincón del país para conocer a los votantes. También intentamos difundir contenido distribuyendo nuestros propios boletines, pero nuestros recursos son mucho menores que los del gobierno” comenta en una entrevista telemática a LA RAZÓN Ágnes Vadai, miembro de la Asamblea Nacional de Hungría por Coalición Democrática.

La oposición sigue denunciando el control gubernamental de gran parte de los medios de comunicación y el uso de recursos estatales por parte del partido gobernante para campañas políticas. “Nuestra coalición de 6 partidos sólo tiene 5 minutos en los medios públicos para presentar nuestro programa” continúa Vadai, desde la carretera, apurando las últimas horas de campaña electoral. Fidesz está utilizando la base de datos creada para la vacunación del covid-19 para enviar propaganda electoral. Las calles y autopistas del país están llenas de vallas publicitarias de Orban atacando a las figuras de la oposición. “¡Son peligrosos! ¡Vamos a detenerlos! ¡Solo Fidesz!” con fotos de Marki-Zay y el ex primer ministro Ferenc Gyurcsány.

Funcionarios electorales informaron ayer sábado de un presunto caso de fraude electoral. Se encontraron bolsas llenas de papeletas en un basurero en las afueras de Targu Mures, una ciudad en el noroeste de Rumania donde una gran minoría húngara tiene derecho a votar en las elecciones del país vecino. Hasta ahora, no hay detalles disponibles sobre los perpetradores, los posibles motivos o incluso el número de votos.

Un análisis conjunto de K-Monitor, Political Capital y Transparencia Internacional Hungría sobre el gasto público de campaña de los partidos políticos en marzo de 2022 llegó a la conclusión que Fidesz invirtió ocho veces más que la oposición en la colocación de carteles y tres veces más de lo permitido por la ley electoral. La misión de observación electoral de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE señaló que la mayoría de sus recomendaciones anteriores para el país “siguen sin abordarse en gran medida, incluidas las relacionadas con el mal uso de los recursos administrativos y la confusión de funciones de los partidos políticos y transparencia en el financiamiento de campañas”.

El actual primer ministro compite hoy contra un mosaico de seis partidos de oposición que abarcan todo el espectro político. “Tenemos un candidato a primer ministro, tenemos un solo candidato en todas y cada una de las circunscripciones, tenemos una lista unida. Tenemos un programa común y una campaña común” comenta Vadai, confiada en que la unidad lograda los últimos seis meses sea suficiente para sacar a Fidesz del gobierno.

En la actualidad, las encuestas sugieren que la alianza sin precedentes tiene posibilidades reales de ganar. Los sondeos exponen una sociedad dividida en dos grandes bloques, un promedio de las últimas encuestas publicadas a cinco días de los comicios otorgan un 49% de los apoyos a Orban y un 45% de los votos a Márki-Zay.

Los ciudadanos húngaros están llamados a las urnas para elegir a 199 miembros de la Asamblea Nacional, quienes a su vez nombran al nuevo primer ministro. Después de más de una década en el poder, Orban se enfrenta a un adversario sólido que en pocos meses ha sido capaz de movilizar a la mitad del país.

El aspirante a destronar al actual líder húngaro aterrizó en la política sin experiencia en lo público, se postuló como alcalde y venció al candidato del Fidesz en uno de sus bastiones al sur del país. Hoy, Péter Márki-Zay tiene una misión más valiosa: apartar a Orban del poder después de 12 años de gobierno.

Sin afiliación partidista, Marki-Zay se presentó a las elecciones a la Alcaldía de Hódmezovásárhely, en 2018 y salió victorioso. Se define a sí mismo como un liberal-conservador, tiene siete hijos y es católico practicante. Muchos en Hungría ven en el candidato un soplo de aire fresco, el político de 49 años ha logrado conectar con millones de ciudadanos de las zonas rurales de tendencia conservadora y con las grandes urbes que aspiran un cambio en la política nacional y demandan más garantías democráticas, libertades y mejores relaciones con Bruselas. El candidato a primer ministro por la Oposición Unida es un firme defensor de la Unión Europea, habla inglés, francés y alemán con fluidez y tiene un doctorado en historia económica. Atribuye su éxito a una campaña muy exitosa apoyada por voluntarios.

Durante años Fidesz se ha beneficiado de la fragmentación de los partidos de la oposición. En octubre de 2021 Marki-Zay fue elegido en un proceso de primarias inédito a nivel nacional que involucró a todos los partidos de la oposición. Por primera vez, Orban se enfrentará a un frente unido de partidos que incluye a los socialistas, liberales y Jobbik, antes de extrema derecha y ahora de centro derecha.

Márki-Zay lleva meses recorriendo el país con un discurso de unidad y con la promesa de erradicar la corrupción. Si Orban es derrotado, prometió que Hungría se unirá inmediatamente a la nueva Fiscalía Europea.