Tercera vuelta
La izquierda francesa avanza hacia una unión de cara a las legislativas
Mélenchon y los socialistas negocian un reparto de circunscripciones electorales
La izquierda francesa avanzó este miércoles hacia la unión que pidió el líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, que le permita obtener una mayoría en las legislativas y detener las políticas del recién elegido presidente, Emmanuel Macron.
Una delegación del Partido Socialista (PS) mantuvo un encuentro en la sede de LFI al término de la cual constató que “no hay obstáculos insuperables”, según aseguró el negociador socialista Pierre Jouvet.
El eurodiputado Manuel Bompard, representante de LFI, agradeció el cambio de actitud del PS, que hasta ahora se negaba a dialogar y que también ha modificado sus posturas políticas, con una clara ruptura de las aplicadas la última vez que estuvieron en el Gobierno, bajo la presidencia de François Hollande (2012-2017).
El encuentro fue calificado de “histórico”, puesto que los socialistas rechazaban hasta ahora todo contacto con el partido de Mélenchon, que abandonó el PS hace 14 años para lanzar un movimiento más izquierdista.
Pero la relación de fuerzas se ha invertido. Mélenchon acabó tercero de la primera vuelta de las pasadas presidenciales con casi el 22% de los votos y se convirtió en el gran referente de la izquierda francesa, mientras que la candidata socialista, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se hundió hasta el 1,75%.
Las delegaciones de ambos partidos acordaron seguir negociando y se pusieron como plazo el próximo fin de semana para completar una alianza.
Una postura que no todo el mundo aprecia en el seno del Partido Socialista, donde hay voces que alertan del peligro de diluirse dentro de LFI mientras otros lo consideran necesario para salvar los muebles y evitar la quiebra.
A partir de ahora, LFI espera que el PS acepte algunos de sus puntos programáticos para comenzar una negociación sobre el reparto de cincunscripciones.
La Asamblea Nacional francesa tiene 577 diputados -uno por cada circunscripción-, elegidos por sufragio mayoritario, lo que castiga la dispersión del voto.
La gran fuerza de los socialistas es que están mejor implantados a nivel territorial y cuentan con más diputados en la Asamblea Nacional, 28, frente a los 17 de LFI.
El partido de Mélenchon también debate con los ecologistas (EELV), con el que las divergencias programáticas parecen ser un obstáculo, aunque el líder de este partido, Julien Bayou, aseguró en la emisora France Info que están dispuestos a acudir en coalición si se les permite quedarse con el 15-20% de las circunscripciones.
El objetivo de todas estas conversaciones sería que estos tres partidos se apoyen recíprocamente en las circunscripciones en las que uno de ellos tenga más posibilidades.
Si se suman todos los votos de izquierda durante las presidenciales, se superaría el 30%, lo que otorga esperanzas de poder tener peso en la próxima Asamblea Nacional, donde todas las encuestas apuntan a una aplastante victoria del partido del liberal Macron.
El presidente sabe que por la izquierda tiene muchos votos que ganar y, por ello, reiteró este miércoles en un encuentro con ciudadanos en la periferia norte de París que su próximo primer ministro “estará muy comprometido con las cuestiones sociales y medioambientales”.
Una derecha dividida
Macron cuenta también con atraer a figuras de la derecha tradicional (Los Republicanos, LR), que en las presidenciales firmaron el peor resultado de su historia, el 4,78% de su candidata, la presidenta de la región de París, Valérie Pécresse, pero que siguen siendo el principal partido de la oposición en el Parlamento con un centenar de escaños.
Si los dirigentes del partido apuestan por presentarse de forma independiente y consideran que pueden mantener buena parte de su representación, importantes figuras del LR creen que sería mejor asociarse al partido de Macron.
Es el caso del expresidente Nicolas Sarkozy, que apuesta por esa alianza y que mostró de forma pública su preferencia por Macron en la segunda vuelta tras haberse mostrado frío con Pécresse en la primera.
En la misma línea se han expresado dos presidentes regionales y varios diputados, mientras que la dirección del partido y representantes del ala más conservadora han avisado de que, acercarse al presidente supone abandonar Los Republicanos.
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