Un F-16 de EEUU lanza los tanques de combustible sobre una zona habitada en Alemania para hacer un aterrizaje de emergencia

El piloto de un avión de combate F-16 se vio obligado a deshacerse inesperadamente de sus depósitos de combustible durante un vuelo de entrenamiento sobre la localidad alemana de Eifel. El avión, procedente de la base aérea estadounidense de Spangdahlem, tuvo que lanzar los tanques de combustible a una zona boscosa cerca de Daufenbach debido a un mal funcionamiento del motor, informó el diario Frankfurter Rundschau.

Al parecer, el lanzamiento debía realizarse para permitir un aterrizaje de emergencia seguro en la base aérea controlada por EEUU. Tirar los depósitos de combustible en pleno vuelo es una medida de emergencia exclusivamente estipulada para afrontar situaciones de gran riesgo. La prensa local asegura que nadie resultó herido, pero el incidente ha causado una gran preocupación entre la población de la zona.

La causa exacta del incidente se determinará mediante la investigación independiente que ya se ha abierto después del incidente. El ejército estadounidense inició los trabajos de rescate, pero tuvieron que cancelarse debido a la oscuridad. La búsqueda concluyó un día después cuando los tanques -ya vacíos- fueron encontrados cerca de un carril bici. A pesar de un ligero olor a queroseno en el lugar, la policía subrayó que no se esperan daños medioambientales.

El avión de combate F-16 había despegado de la base aérea de Spangdahlem, abierta en los años 50. Allí está estacionado un escuadrón de cazas estadounidenses fabricados por Lockheed Martin que desempeña un papel central en las operaciones de la Fuerza Aérea de EEUU y la OTAN en todo el mundo. Con más de 20 aviones y alrededor de 10.000 efectivos, la base tiene una importante ubicación estratégica.

Testimonio de los testigos

Tras el incidente, los vecinos expresaron su preocupación por el vertido de los tanques de combustible. Wilhelm Ziewers de Kyll dijo a la cadena SWR: "Empiezas a pensar en lo que habría sucedido si los tanques hubieran caído en una zona habitada, sobre una casa o sobre personas. Esto habría sido una catástrofe".

Werner Thiex, que vio el incidente en primera fila, dijo: "Estábamos sentados detrás de la casa cuando vi los dos aviones. Luego se fueron haciendo mucho ruido”.