Europa

Macron abre la puerta a una autonomía limitada de Córcega

El presidente galo quiere reconocer la "especificidad" histórica y cultural de la isla en la Constitución

September 8, 2023, Paris, France, France: French President Emmanuel Macron welcomes Prime Minister of Papua New Guinea ahead of their meeting at the Elysee Palace. 08/09/2023
Níger.- Macron anuncia que retirará todas las tropas francesas de Níger antes de fin de añoEuropa Press/Contacto/Alexis SciEuropa Press

El encaje territorial es un asunto que llena muchas menos páginas de actualidad en Francia e en España pero Córcega es siempre esa excepción -no resuelta- que confirma la regla. En marzo de 2022, el asesinato en una prisión de la Francia continental de Yvan Colonna, un nacionalista corso condenado a cadena perpetua por el asesinato en 1998 del prefecto Claude Érignac, desató varios días de violencia en la isla. Fue entonces cuando Macron, en plena campaña electoral para su reelección, intentó calmar los ánimos ofreciendo un diálogo con las autoridades locales que podría desembocar en una autonomía.

La “pax corsicana” era la condición sin equa non mantenida hasta ahora para avanzar en esa vía. Este jueves, de visita en la isla, Macron ha dado un paso histórico al frente abriendo la puerta a una autonomía limitada de Córcega “ni contra el Estado ni sin el Estado” ha dicho delante de los diputados de la Asamblea regional en Ajaccio. Macron se declaró favorable a estudiar la posibilidad de permitir a que la región pueda adoptar sus propias reglas en una serie de competencias que París transfiera.

También aceptó que Córcega y su singularidad figuren en la Constitución francesa con un artículo específico. El mandatario no especificó de qué competencias podía tratarse, pero esta es la medida que más se acerca a una de las reclamaciones clave de la mayoría nacionalista corsa: disponer de competencias legislativas como las que tienen las comunidades autónomas españolas. Autonomía sí, pero limitada y sin que suponga un cheque en blanco.

El mandatario se ha negado a dos históricas reivindicaciones de los nacionalistas corsos, que tienen mayoría en la Asamblea local: Macron ha rechazado la cooficialidad de la lengua autóctona así como el llamado “estatuto del residente” que excluiría de la compra de propiedades en la isla a los no residentes para frenar la especulación inmobiliaria. A cambio, el mandatario se compromete tanto a potenciar el uso del corso en la isla como de impulsar medidas que corrijan el difícil acceso a la vivienda de los locales, incrementado en los últimos años por el turismo. Sobre la lengua corsa, el presidente manifestó la voluntad de que “se enseñe mejor y esté en el corazón de la vida de cada corso”. Propuestas que han sido criticadas de vacías por los independentistas corsos.

Macron no es es el primer presidente de la República que se dirige a la Asamblea corsa, pero su discurso encierra un reconocimiento histórico nunca visto en la Francia centralista. La inclusión en la Constitución de un artículo que reconozca el hecho diferencial de Córcega como comunidad insular, histórica, lingüística y cultural sólo es comparable con lo que ocurre en algunos territorios de ultramar. Lo más exacto, a falta de concretarse el proceso, es hablar de una similitud con el actual status de Nueva Caledonia.

A partir de ahora se abre un proceso complicado. Macron ha dado seis meses a los representantes corsos para negociar un texto definitivo que deberá pasar tanto por la Asamblea Nacional como al Senado. Finalmente, debe adoptarse en referéndum, o bien aprobarse por tres quintos de votos en el Congreso, que reúne a parlamentarios y senadores.

Cuando Macron, en 2018, visitó Córcega por primera vez en calidad de presidente, rechazó tres peticiones centrales de los nacionalistas: la amnistía de los presos, el reconocimiento de cooficialidad de la lengua corsa y la exclusión de los no residentes de la compra de propiedades en la isla para preservar la costa y frenar la expansión inmobiliaria. Sin embargo, en aquella ocasión, el presidente evocó el reconocimiento, en el marco de una reforma constitucional más amplia, de la particularidad de la isla en la muy centralista Constitución francesa. Pero la reforma constitucional quedó archivada y casi nada se ha movido en estos años. Hasta que estalló la revuelta por Colonna en marzo de 2022. El Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC), grupo terrorista histórico de la isla había depuesto las armas en 2014, y en aquel momento amenazó con retomarlas.

Las comparaciones con el encaje territorial español se hacían irresistibles este jueves en los medios franceses, aunque todo quede más en un plano romántico que en la realidad. Córcega no es Cataluña, al menos de momento. Ni siquiera puede que llegue a ser comparada con el nivel de descentralización de cualquier autonomía española. “Hay que salir de este o aquel referente, en el Mediterráneo o en Europa” ha dicho Macron pensando, probablemente, aquello de que las comparaciones las carga el diablo. Y sino, que se lo digan al presidente de la región de Bretaña, Loig Chesnais-Girard, que tras conocer la propuesta de Macron para Córcega, ya ha dicho que ellos quieren “lo mismo”.